Dimensiones de Personalidad y Conducta alimentaria en estudiantes de Contaduría Pública y Finanzas en FAREM–Carazo de UNAN-Managua, Nicaragua

Dimensions of Personality and Eating Behavior in Students of Public Accounting and Finance at FAREM-Carazo of UNAN-Managua, Nicaragua

 

Marian De Fátima Escobar López.
Universidad Nacional Autonónoma de Nicaragua, Managua. UNAN-Managua/CUR-Carazo, Nicaragua
https://orcid.org/0009-0004-3575-052X
mariandefatimael@gmail.com

Heydi Esperanza López Jiménez
Universidad Nacional Autonónoma de Nicaragua, Managua. UNAN-Managua/CUR-Carazo, Nicaragua
https://orcid.org/0009-0002-6075-5520
heydilopezjimo1@gmail.com

Angelys Michell López Ortiz
Universidad Nacional Autonónoma de Nicaragua, Managua. UNAN-Managua/CUR-Carazo, Nicaragua
https://orcid.org/0009-0009-0327-377X
michell2000lop@gmail.com

Dustin Ezequiel Amador Jiménez
Universidad Nacional Autonónoma de Nicaragua, Managua. UNAN-Managua/CUR-Carazo, Nicaragua
https://orcid.org/0000-0001-6894-4997
deamador@uc.cl


RECIBIDO

16/01/2023

ACEPTADO

02/07/2024

 

RESUMEN

El presente estudio tuvo como objetivo valorar las dimensiones de personalidad y la conducta alimentaria en los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua – FAREM Carazo desde un enfoque cuantitativo y un diseño de corte transversal. El alcance de esta investigación fue descriptivo y correlacional, priorizando describir las variables mencionadas y así, determinar la predicción de las dimensiones de personalidad sobre conducta alimentaria. La muestra total se constituyó de 120 estudiantes universitarios de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas de primero hasta quinto año de dicha carrera, para su selección se empleó una técnica de racimo dirigido. Los instrumentos utilizados fueron EPQR y EAT-26. Para el análisis de datos se realizó una regresión lineal con respecto a la predicción de las dimensiones de personalidad sobre conducta alimentaria. Los resultados encontrados indicaron que el 9% de la muestra se encuentran en riesgo de desarrollar un trastorno alimenticio. Con respecto a las dimensiones de personalidad, se encontró que en los estudiantes universitarios de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas de la FAREM-CARAZO en la escala de Neuroticismo no posee una predicción significativa, no obstante, la dimensión de Psicoticismo si presenta mayor riesgo de conducta alimentaria en el género masculino.

 

PALABRAS CLAVES

Dimensiones de personalidad; conducta alimentaria; estudiantes universitarios.

 

ABSTRACT

The present study aimed to assess the personality dimensions and eating behavior in students of the National Autonomous University of Nicaragua - FAREM Carazo from a quantitative approach and a cross-sectional design. The scope of this research was descriptive and correlational, prioritizing the description of the mentioned variables and thus, determining the prediction of the personality dimensions on eating behavior. The total sample consisted of 120 university students of Public Accounting and Finance from the first to the fifth year of said career, for their selection a cluster technique was used. The instruments used were EPQR and EAT-26. For data analysis, a linear regression was performed with respect to the prediction of the personality dimensions of eating behavior. The results found indicated that 9% of the sample were at risk of developing an eating disorder. With respect to the personality dimensions, it was found that the Neuroticism scale does not have a significant prediction in the university students of the Public Accounting and Finance career of the FAREM-CARAZO, however, the Psychoticism dimension does present a higher risk of eating behavior in the male gender.

 

KEYWORDS

Personality dimensions; eating behavior; university students.

 

INTRODUCCIÓN

 

La población juvenil constantemente enfrenta retos en su vida diaria, ya sean demandas familiares, universitarias o sociales. Estos desafíos implican cambios y esfuerzos que dependen de la personalidad del individuo, puesto que la forma en que los seres humanos perciben, se expresa y actúan en las diversas situaciones, son un reflejo de esta. Los estudiantes universitarios en ocasiones están dentro de circunstancias agotadoras y estresantes, debido a los procesos académicos y la manera en que estos son regulados. Por tanto, la personalidad puede repercutir de manera significativa en el desarrollo de sus relaciones y actividades diarias, lo que involucra también a su alimentación.

La alimentación es un componente de la vida diaria, que aporta importantes nutrientes al cuerpo, sin embargo, así como le hace bien, muchas veces es lo opuesto cuando se realiza de manera inadecuada, ya que en la alimentación existen influencias como lo es la emoción; la cual repercute en el individuo al experimentar emociones trascendentales que varían según intensidad, situaciones y diversidad de percepciones que afecta la conducta alimentaria. Considerando esto, el principal objetivo fue valorar la relación que guardan las variables, puesto que las dimensiones de personalidad puede ser un elemento desencadenante para el riesgo de padecer alteraciones en la conducta alimentaria.

Feist et al.  (2014),  muestran la jerarquía de organización de la personalidad propuesta por Eysenck, la cual está compuesta por tres dimensiones: Extraversión, Neuroticismo y Psicoticismo. La extraversión se encuentra en un extremo y la introversión en el extremo opuesto. De manera similar, el neuroticismo se sitúa en uno de sus polos y la estabilidad emocional en el otro. En cuanto al psicoticismo, este se encuentra en un extremo y el superyó en el extremo opuesto.

En los últimos años se han realizado diversas investigaciones abordando el tema de la conducta alimentaria. No obstante, la mayoría de estos estudios se centran en predisposiciones biológicas, mecanismos genéticos (Grimm & Steinle, 2021), influencia social  (Robinson, Blissett, & Higgs, 2013), considerándolos como los principales desencadenantes de problemas de conducta alimentaria y dándole poca relevancia a la parte emocional de los sujetos. Por esa razón, se planteó que también puede haber un desencadenante emocional como predictor de conductas alimentarias. Gómez y Narvaez (2022) consideran que la personalidad influye en la cognición de los individuos y, por tanto, en su conducta, lo cual se reflejaría en su alimentación.

La existencia de diferentes aspectos del comportamiento de consumo de alimentos en los adolescentes puede estar influenciado por distintos factores que varían entre hombres y mujeres (Cusatis, 1999), aunque se conoce que los problemas de conducta alimentaria muestran mayor predominio en la población femenina, la población masculina no se encuentra exenta de padecer este tipo de alteraciones. Puesto que, ambos géneros experimentan emociones, las cuales no son buenas ni malas, pero que, al no saberlas gestionar correctamente, se presume que pueden afectar algunas áreas de la vida, entre estas la conducta alimentaria.

En un estudio realizado a mujeres, en el que se exploró la  alimentación emocional, alimentación externa y alimentación restringida, y el índice de masa corporal se ha encontrado relación en las variables exploradas y la personalidad de cada sujeto  (Strien, Frijters, & Roosen, 1985), lo que concuerda con lo propuesto por Slochower (1983) acerca de que la emotividad y las señales alimentarias operan de forma conjunta para provocar la conducta alimentaria: un estado de ansiedad reacciones a señales externas.

Latino et al. (2013) realizaron un estudio sobre los factores nutricionales y psicológicos que predisponen al desarrollo de trastornos alimentarios del tipo de anorexia y bulimia, en estudiantes de 4to y 5to año de las edades de 15 a 20 años del Instituto Central Dr. Carlos Vega Bolaños de la Ciudad de Masaya, los resultados obtenidos fueron que el 98% de los estudiantes están normales sobre su conducta alimentaria menos el 2% del sexo femenino que presentan trastornos de anorexia.

Durante una investigación desarrollada por Bennett et al. (2013), se evaluó la conducta alimentaria inducida por estados emocionales en un período de 3 días en dieciséis estudiantes universitarios de ambos géneros, haciendo uso de un diario de alimentos y entrevistas en profundidad, con el objetivo de hallar las percepciones de los estudiantes sobre su conducta alimenticia. El resultado encontrado mostró una notable distinción respecto a percepciones, puesto que las mujeres señalaron que el estrés universitario es un intensivo para el consumo de alimentos, mientras que los varones opinaron que el estrés disminuía el consumo. Finalmente, se consideró a las emociones como un desencadenante en el comportamiento alimentario en los estudiantes universitarios.

Devonpot et al. (2017) desarrollaron una revisión sistemática sobre la asociación entre las emociones y la conducta alimentaria, recopilando investigaciones en base de datos; PsycINFO, Medline, Cumulative Index to Nursing and Alliend Health Literature y SPORTDiscus, en el periodo de 11 años, utilizando la metodología PRISMA, encontrando 29 artículos que cumplían los criterios de inclusión. De estos estudios se señala un deficiente análisis en los datos de asignación al azar y control de factores de confusión, dando como resultado una abierta interpretación respecto a las asociaciones entre emociones y alimentación. Concluyendo con recomendaciones para investigaciones a futuro e importantes extensiones para la práctica, lo que destaca la necesidad de ofrecer una mejor comprensión de las asociaciones entre las emociones y la conducta alimentaria.

Barroso (2018), realizó una investigación en la que se demuestra que una alimentación balanceada mejora el aprendizaje, siendo necesario un planteamiento de conductas alimentarias, que contengan métodos adecuados de inducción de estados emocionales, para incitar al padre de familia y a los adolescentes, a la práctica de nuevos hábitos y costumbres alimenticias que cuenten con la participación de la comunidad educativa.

Un estudio elaborado por Trincada et al. (2019), manifestó que el periodo de vida universitaria puede ser una etapa especialmente emocional y estresante, debido a los cambios y desafíos que los jóvenes deben afrontar, los cuales pueden influir en su conducta alimentaria. Recientemente Pérez (2020), hace referencia a las emociones y la relación bidireccional que mantiene con la conducta alimentaria, planteando que existirían emociones en simultáneo al consumo de ciertos alimentos, así como alimentos y su contexto generan ciertas emociones.

En una investigación realizada por Cortez (2015), se encontró que existe relación significativa entre las dimensiones de personalidad y los trastornos de la conducta alimentaria en las estudiantes de la carrera de enfermería, justificando que la personalidad está vinculada a la manera de pensar, actuar y percibir lo que nos rodea siendo así un predictor en la determinación del estado de la salud.

Los estudios planteados con anterioridad, se consideran pautas significativas y notables que ponen en evidencia la relevancia de las emociones y la conducta alimentaria, proporcionando datos empíricos acerca de la gestión de las emociones en el desarrollo de alteraciones de conducta alimentaria. De acuerdo con esto, las dimensiones de personalidad intervienen en la gestión emocional de los individuos. El objetivo principal de esta investigación es valorar el efecto predictor de las dimensiones de personalidad sobre la conducta alimentaria en los estudiantes universitarios de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas de la FAREM – Carazo del II semestre del año 2023.

Fundamentación teórica

El objetivo principal de esta investigación es valorar el efecto predictor de las dimensiones de personalidad sobre la conducta alimentaria en los estudiantes universitarios de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas de la FAREM – Carazo del II semestre del año 2023.

Para Jiménez  (2015), la personalidad consistiría en un sistema autorregulador de procesos, con capacidad de proponerse metas y de tomar decisiones respecto a la conducta, así como de autorrepresentarse cognitivamente. Sánchez y Ledesma (2007), indicaron que los rasgos de personalidad representan disposiciones estables del comportamiento, tendencias a actuar de manera relativamente consistente, y son permanentes a lo largo de la vida.

El psicólogo Eysenck (1947), presentó un modelo factorial de tres grandes dimensiones, tipos o superfactores independientes para describir la personalidad: extraversión (E), neuroticismo (N) y psicoticismo (P), este se encarga de explicar las diferencias individuales de la estructura de la personalidad y las distinciones en el funcionamiento del sistema nervioso. Feist et al. (2014), explican que los tres factores son bipolares: la extraversión se encuentra en un extremo del factor E y la introversión en el extremo opuesto. De manera similar, el factor N contiene el neuroticismo en uno de sus polos y la estabilidad en el otro, y el factor P tiene el psicoticismo en un extremo y el superyó en el extremo opuesto.

Osorio et al. (2002) definen a la conducta alimentaria como “el comportamiento normal relacionado con: los hábitos de alimentación, la selección de alimentos que se ingieren, las preparaciones culinarias y las cantidades ingeridas de ellos”. Por otro lado, Domínguez-Vásquez et al. (2008), indican generalmente que los comportamientos frente a la alimentación se adquieren a través de la experiencia, posteriormente se convierten en una conducta propia del individuo.

El Consejo Europeo de Información sobre la alimentación (2006), considera que el principal factor impulsor de la alimentación es el hambre, pero lo que se dice comer no está determinado únicamente por las necesidades fisiológicas o nutricionales, ya que también influyen otros determinantes como; biológicos (el hambre, el apetito y el sentido del gusto), económicos (el coste, los ingresos y la disponibilidad en el mercado), físicos (el acceso, la educación, las capacidades personales y el tiempo disponible), sociales (la cultura, la familia, los compañeros de trabajo y los patrones de alimentación),  psicológicos (el estado de ánimo, el estrés y la culpa), y actitudes, creencias y conocimientos en materia de alimentación.

 
MATERIALES Y MÉTODOS

 

Este estudio fue abordado desde un enfoque cuantitativo debido a su carácter objetivo, secuencial y riguroso, el cual permito abordar las variables del estudio; inestabilidad emocional y conducta alimentaria con mayor objetividad. La investigación tuvo un diseño observacional, ya que solamente se observó y no se manipulo el comportamiento de las variables de estudio. De igual manera, este estudio mantuvo un diseño de corte trasversal, pues se realizó una medición única durante el II semestre del año 2023. El alcance de esta investigación fue descriptivo y correlacional, puesto que se procuró describir las variables mencionadas con antelación y determinar la predicción de la inestabilidad emocional sobre la conducta alimentaria.

La población de esta investigación se constituyó de 165 estudiantes universitarios de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas de la FAREM – Carazo del II semestre del año 2023. La muestra del estudio fue no representativa, debido a que no se generalizaron los resultados de la población, y no probabilística, dado que la muestra debió cumplir con los criterios de inclusión, los cuales fueron; ser estudiantes universitarios de la carrea de Contaduría Pública y Finanzas en la FAREM – Carazo, ser mayores de 18 años. Así mismo, debían estar presente al momento de aplicar los dos instrumentos y estar de acuerdo en ser parte del estudio.

 De acuerdo con la fórmula para la población finita    la muestra de la investigación fue de 120 estudiantes universitarios, esto mantuvo un muestreo de racimo dirigido, ya que se seleccionó igual número de estudiantes tanto del género masculino y del género femenino de cada año de la carrera, de modo que existiera un equilibrio entre ambos.

Tabla 1.
Distribución de los participantes.

  Media Desviación estándar
Edad 20.42 2.340    
  Categorías Frecuencia %
Sexo Femenino
Masculino
60
60
50
50
Año académico Primer año
Segundo año
Tercer año
Cuarto año
Quito año
24
24
24
24
24
20
20
20
20
20

Instrumentos de recolección de datos

Cuestionario de la personalidad de Eysenck (EPQ-R): elaborado por H.J. Eysenck, (1997).  Este cuestionario puede ser aplicado de manera colectiva o individual, tiene una duración de 15 a 30 minutos. La versión adaptada al español consta de 83 ítems, los cuales se encuentran divididos en 3 dimensiones: Extraversión (Factor E), Neuroticismo (Factor N) y Psicoticismo (Factor P). Asimismo, este instrumento cuenta con una escala complementaria que evalúa la veracidad de respuestas del individuo. Para la elaboración del perfil se toma el valor total, y dependiendo de la ubicación que obtenga dentro de los siguientes rangos: Muy bajo (1-35), Bajo (36-45), Promedio (46-55), Alto (56-65) y Muy alto (66-99), se sitúa al evaluado dentro de una de las 3 dimensiones de la personalidad antes mencionadas. 

La validez de constructo de la prueba original se obtiene mediante un análisis factorial, para la validez convergente y discriminante se utilizaron cuestionarios de personalidad del mismo autor. En un trabajo realizado por Aliri (2009), se menciona que la consistencia interna del cuestionario es muy alta, ya que los valores del alfa de Cronbach, va desde 0,71 a 0,86; y la fiabilidad test-retest también es elevada (0,72 para Psicoticismo, 0,82 para Neuroticismo y 0,86 para Extraversión). Se centró en una de las dimensiones de personalidad, ya que esto permitiría evaluar las dimensiones de personalidad en los estudiantes de dicha institución educativa.

  Si No
1. ¿Realiza muchas actividades de tiempo libre?    
2. ¿Se para a pensar las cosas antes de hacerlas?    
3. ¿Su estado de ánimo sufre altibajos con frecuencia?    
4. ¿Es una persona conservadora?    
5. ¿Se siente a veces desdichado/a sin motivo?    
6. ¿Daría dinero para fines caritativos?    
7. ¿Alguna vez ha querido llevarse más de lo que le correspondía en un reparto?    
8. ¿Es usted una persona más bien animada o vital?    
9. ¿Le afectaría mucho ver sufrir a un niño/a o a un animal?    
10. ¿Se preocupa a menudo por cosas que no debería haber dicho o hecho?    
11. Si usted asegura que hará una cosa ¿siempre mantiene su promesa, sin importarle las molestias que ello le podría ocasionar?    
12. ¿Habitualmente, es capaz de liberarse y disfrutar en una fiesta animada?    
13. ¿Es una persona irritable?    
14. ¿Le tiene sin cuidado lo que piensan los demás?    
15. Alguna vez ha culpado a alguien por algo que había hecho usted?    
16. ¿Se siente fácilmente herido/a en sus sentimientos?    
17. ¿Son todos sus hábitos buenos y deseables?    
18. ¿Tiende a mantenerse apartado/a en las situaciones sociales?    
19. A menudo ¿se siente harto/a?    
20. ¿Ha cogido alguna vez alguna cosa (aunque no fuese más que un alfiler o un botón) que perteneciese a otra persona    
21. ¿Para usted los límites entre lo que está bien y lo que está mal son menos claros que para la mayoría de la gente?    
22. ¿Le gusta salir a menudo?    
23. ¿Es mejor actuar como uno/a quiera que seguir las normas sociales?    
24. ¿Disfruta hiriendo a las personas que ama?    
25. ¿Tiene a menudo sentimientos de culpabilidad?    
26. ¿Habla a veces de cosas de las que no sabe nada?    
27. ¿Prefiere leer a conocer gente?    
28. ¿Diría de sí mismo/a que es una persona nerviosa?    
29. ¿Tiene muchos amigos/as?    
30. ¿Se ha enfrentado constantemente a sus padres?    
31. ¿Es usted una persona sufridora?    
32.Caundo era niño/a ¿hacía en seguida las cosas que le pedían y sin refunfuñar?    
33. ¿Se ha opuesto frecuentemente a los deseos de sus padres?    
34. ¿Se inquieta por cosas terribles que podrían suceder?    
35. ¿Alguna vez ha roto o perdido algo que perteneciese a otra persona?    
36. ¿Generalmete toma la iniciativa al hacer nuevas amistades?    
37. ¿Los deseos personales están por encima de las normas sociales?    
38. ¿Diría de sí mismo/a que es una persona tensa o muy nerviosa?    
39. Por lo general, ¿suele estar callado/a cuando está con otras personas?    
40. ¿Cree que el matrimonio está anticuado y debería abolirse?    
41. ¿Es usted más indulgente que la mayoría de las personas acerca del bien y del mal?    
42. ¿Puede animar fácilmente una fiesta aburrida?    
43. ¿Se siente intranquilo/a por su salud?    
44. ¿Alguna vez ha dicho algo malo o desagradable acerca de otra persona?    
45. ¿Le gusta cooperar con los demás?    
46. ¿Le gusta contar chistes e historias divertidas a sus amigo/as?    
47. ¿La mayoría de las cosas le son indiferentes?    
48.De niño/a ¿fue alguna vez descarado/a con sus padres?    
49. ¿Le gusta mezclarse con la gente?    
50. ¿Se preocupa si sabe que hay errores en su trabajo?    
51. ¿Se lava las manos antes de comer?    
52. ¿Casi siempre tiene una respuesta “apunto” cuando le hablan?    
53. ¿Se siente a menudo apático/a y cansado/a sin motivo?    
54. ¿Ha hecho alguna vez trampas en el juego?    
55. ¿Le gusta hacer cosas en las que tiene que actuar rápidamente?    
56. ¿Es (o era) su madre una mujer buena?    
57. ¿A menudo toma decisiones sin pararse a reflexionar?    
58. ¿A menudo siente que la vida es muy monótona?    
59. ¿Alguna vez se ha aprovechado de alguien?    
60. ¿Le preocupa mucho su aspecto?    
61. ¿Cree que la gente pierde el tiempo al proteger su futuro con ahorros y seguros?    
62. ¿Alguna vez ha deseado morirse?    
63. ¿Evadiria impuestos si estuviera seguro/a que nunca sería descubierto/a?    
64. ¿Puede organizar y conducir una fiesta?    
65. ¿Trata de no ser grosero/a con la gente?    
66. Despues de una experiencia embarazosa, ¿se siente preocupado/a durante mucho tiempo?    
67. Generalmente ¿reflexiona antes de actuar?    
68. ¿Sufre de los nervios?    
69. ¿A menudo se siente solo/a?    
70. ¿Hace siempre lo que predica?    
71. ¿Se siente fácilmente herido/a cuando la gente encuentra defectos en usted o en su trabajo?    
72. ¿Es mejor seguir las normas de la sociedad que ir a su aire?    
73. ¿Alguna vez ha llegado tarde a una cita o trabajo?    
74. ¿Le gusta el bullicio y la agitación a su alrededor?    
75. ¿Frecuentemente improvisas decisiones en función de la situación?    
76. ¿Se siente a veces desbordante de energía y otras muy decaído/a?    
77. ¿A veces se deja para mañana lo que debería hacer hoy?    
78. ¿La gente piensa que usted es una persona animada?    
79. ¿La gente le cuenta muchas mentiras?    
80. ¿Se afecta fácilmente por según qué cosa?    
81.Cuando a cometido una equivocación ¿está siempre dispuesto a admitirlo?    
82.Cuando tiene mal humor, ¿le cuesta controlarse?    
83. ¿Cree que los planes de seguros son una buena idea?    

Test de actitudes alimentarias – 26 (EAT-26): Diseñado por Garner y Grifinkel (1988), este test tiene una duración de 15 minutos y puede ser administrado tanto de manera colectiva como de manera individual. Es ideal para detectar posible riesgo de TCA. La versión actualiza consta de 26 ítems que se componen de tres factores: restricción alimentaria, bulimia y preocupación por la comida y control oral. El punto de corte es de 20, el cual permite identificar si existe riesgo en la conducta alimentaria. La escala posee seis posibles respuestas: nunca, casi nunca, algunas veces, bastantes veces, casi siempre y siempre, con puntuaciones de 0, 0, 0, 1, 2, 3 en la mayoría de los ítems. En el ítem 25 las puntuaciones se invierten siendo 3, 2, 1, 0, 0, 0. Debido a su capacidad para identificar el posible riesgo de TCA, este test será útil para revelar lo anteriormente planteado.

Posee una buena fiabilidad discriminante (0,87) y correlación de los ítems con la puntuación total, salvo en tres de ellos, que se mantuvieron en el cuestionario por su relevancia clínica. La validez se consigue mediante el análisis factorial de los autores obteniendo que la validación española es similar a los de los autores a excepción en el punto de corte propuesto y en el análisis factorial que mostró la existencia de sólo tres factores, denominados: a) restricción alimentaria y preocupación por la comida, b) presión social percibida y malestar ante la ingesta y c) trastornos
psicobiológico.

Tabla 1
EAT-26 Cuestionario de actitudes ante la alimentación (Eating Attitudes Test)

  Nunca Casi nunca Algunas veces Bastantes veces Casi siempre Siempre
1. Me gusta comer con otras personas.            
2. Procuro no comer, aunque tenga hambre.            
3. Me preocupo mucho por la comida.            
4.Aveces me he atracado de comida, sintiendo que era incapaz de parar de comer.            
5.Corto mis alimentos en trozos pequeños.            
6.Tengo en cuenta las calorías que tienen los alimentos que como.            
7. Evito, especialmente, comer alimentos con muchos hidratos de carbono (por ejemplo: pan, arroz, patatas, etc)            
8.Noto que los demás preferirían que yo comiese más            
9.Vomito después de haber comido.            
10.Me siento muy culpable después de comer.            
11.Me preocupa el deseo de estar más delgado/a.            
12.Pienso en quemar calorías cuando hago ejercicio.            
13.Los demás piensan que estoy demasiado delgado/a.            
14.Me preocupa la idea de tener grasa en el cuerpo.            
15.Tardo en comer más que las otras personas.            
16.Procuro no comer alimentos con azúcar.            
17.Como alimentos de régimen.            
18.Siento que los alimentos controlan mi vida.            
19.Me controlo en las comidas.            
20.Noto que los demás me presionan para que coma.            
21.Paso demasiado tiempo pensando y ocupándome de la comida.            
22.Me siento incomodo/a después de comer dulces.            
23.Me comprometo a hacer régimen.            
24.Me gusta sentir el estómago vacío.            
25.Disfruto probando comidas nuevas y sabrosas.            
26.Tengo ganas de vomitar después de la comida.            

Nota: Instrumento extraído de la investigación de Gustavo A. Constaín.Carmenza Ricardo Ramírez (2014)

Etapas de la investigación

Etapa 1. Revisión temática y sondeo de información relevante

Primeramente, se llegó a un consenso sobre las temáticas de salud mental con poca relevancia en las investigaciones, destacando que la mayoría trataban de emociones y metabolismo, pero no abarcaban la personalidad del sujeto. Seguidamente, se hizo un sondeo sobre la información de utilidad para fundamentar las variables, en el cual se encontró diversas investigaciones que sustenta la veracidad de esta, aportando datos novedosos al considerar las dimensiones y conducta alimentaria como determinantes en afectaciones en la salud mental de los estudiantes universitarios.

Etapa 2. Validación de instrumentos y análisis estadísticos

 De igual forma, para los instrumentos seleccionados para recolectar datos, se realizó una prueba piloto que evidenció que tanto el EPQ-R como el EAT-26, eran pruebas que permitían obtener resultados acertados.  El procesamiento de datos de esta investigación se realizó con ayuda del programa SPSS y MS Excel, se ha empleado un análisis de estadística descriptivo para identificar las dimensiones de personalidad, en la descripción del nivel de riesgo en la conducta alimentaria se ejecutó estadística descriptiva con medidas de tendencia central como la media aritmética.

En comparación de las medidas de las variables se utilizó estadística inferencial con la prueba t de student, una prueba paramétrica que permitió evaluar la diferencia de medias en la escala de actitud alimentaria con respecto al género. Con respecto a la predicción de las dimensiones de personalidad sobre la conducta alimentaria se utilizó estadística inferencial y se para esto se usó el programa MPlus 8, el que permitió realizar una regresión lineal, puesto que se procuraba predecir la incidencia de una variable sobre la otra.

Etapa 3. Análisis de resultados

Finalmente, con la información obtenida a través de los documentos abordados y los resultados de los instrumentos se obtuvo datos sobre cómo las dimensiones de personalidad se encuentran relacionadas con el modo en que los individuos se desenvuelven en sus ambientes, lo que respalda que estas pueden influir en la conducta alimentaria y que, dependiendo de la capacidad que los sujetos posean para gestionar sus situaciones demostrarán el equilibrio o desequilibrio, tanto a nivel físico y mental.

 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

Al abordar las dimensiones de personalidad y la conducta alimentaria en los estudiantes universitarios de la carrera de Contaduría Pública y Finanzas de la FAREM–Carazo, se identificó mediante el EPQ-R que la dimensión con mayor prevalencia es extraversión. Según los resultados obtenidos con el EAT-26, el 9 % de los estudiantes universitarios se encuentran en riesgo considerable de padecer afectaciones en la conducta alimentaria. No obstante, puede apreciarse que, aunque la dimensión de extraversión en nivel bajo representa el 65 % de la muestra, la dimensión de neuroticismo en nivel promedio es el 50 % y la dimensión de psicoticismo ubica al 49 % de la muestra en un nivel alto.

Dimensiones de la personalidad de los jóvenes universitarios de Carazo

Figura 1.
Dimensiones de personalidad

Tomando en cuenta que cada dimensión contiene un 100%, el cual se obtiene de la puntuación en cada nivel dentro del factor, lo que indica una particularidad de la personalidad de los sujetos. El 65% de la muestra se encuentra en la dimensión de extraversión en un nivel bajo, siendo este el extremo opuesto de lo propuesto por Eysenck (1947), lo que les otorgan características con tendencia a la timidez, pasiva, temerosa y pesimistas. En cuanto a la dimensión de neuroticismo el 50% de la muestra se ubica en un nivel promedio, revelando características de tipo tenso, ansioso e impulsivo, lo que demuestra como el factor N se evidencia su polo opuesto siendo esta estabilidad emocional.

Con respecto a la dimensión del psicoticismo, se observa que el 49% de la muestra presenta un nivel alto, por tanto, estos sujetos poseen rasgos de agresividad, egocentrismo, falta de empatía e insensibilidad emocional, siendo estos resultados un rasgo de personalidad que se refleja en la manera de percibir el mundo exterior. Como lo demostró Cortez (2015), donde mencionó que la personalidad está vinculada a la manera de percibir lo que nos rodea, a la manera de pensar y actuar.

La información derivada de esta investigación se relaciona con la Teoría de Eysenck, puesto que se evidencia que las dimensiones de personalidad tienen un papel fundamental en el sistema de regulación emocional ante las diversas circunstancias que surgen en la vida cotidiana. Esto afecta, según el grado e intensidad, el comportamiento y la percepción de los estudiantes universitarios.

Actitud hacia la conducta alimentaria de los jóvenes universitarios de Carazo

Figura 2.
Riesgo de conducta alimetaria

El 91% de la muestra no presentan riesgo de conducta alimentaria. Sin embargo, el 9% de la muestra indica que, son personas con tendencia a desarrollar conductas alimentarias de riesgo que podrían relacionarse con algún Trastorno de Conducta Alimentaria. Lo que se asemeja a los resultados obtenidos por Latino et al. (2013) en el que 98% de los estudiantes están normales sobre su conducta alimentaria y el 2% presentan riesgo de conducta alimentaria.

Como se puede apreciar en la tabla siguiente, los datos obtenidos revela que el género femenino posee una media de 9.45 con una desviación estándar de 9.075, lo contrario del género masculino que obtiene una media de 6.70 con una desviación estándar de 5.331.

Tabla 2.
Actitud alimentaria según el género.

Sexo Media Desviación estándar
F      9.45 9.075
M      6.70 5.331
Total 8.08       7.538

 

Los resultados de la comparación de géneros con respecto a la conducta alimentaria, para determinar si existe diferencian significativa, se empleó la t de student para muestras independientes. Dando como resultado que si existe diferencias en los promedios de la actitud hacia la conducta alimentaria entre hombres y mujeres (t=2.024, gl=118, p=0.045), por lo tanto, el género femenino presenta mayor riesgo de conducta alimentaria a comparación con aquellas de género masculino.

Comparación de géneros ante el riesgo de conducta alimentaria de los jóvenes universitarios de Carazo

Tabla 3.
Prueba T para diferencia de medias.

 

Actitud Alimentaria

  T gl Sig. (bilateral) Diferencias de medidas Diferencia de error

Se asumen varianzas iguales

2.024

118

0.045

2.750

1.359

No se asumen varianzas iguales

2.024

95.385

0.046

2.750

1.359

Este estudio también identificó que existe una diferencia significativa en los promedios de la actitud hacia la conducta alimentaria, indicando que el género femenino presenta mayor riesgo de conducta alimentaria a comparación del género masculino. Dicho resultado es similar a lo descubierto en la investigación desarrollada por Bennett, Greene & Schwartz-Barcott (2013) en donde se mostró una notable distinción, puesto que las mujeres señalaron que el estrés universitario es un intensivo para el consumo de alimentos. Mientras que los varones opinaron que el estrés disminuía el consumo de alimento. Ambos estudios coinciden que el género femenino se encuentra predispuesto a desarrollar alteraciones en la conducta alimentaria.

Relación predictiva entre las dimensiones de personalidad y la actitud alimentaria de los jóvenes universitarios de Carazo

Tabla 4.
Regresión Lineal: Dimensiones de la Personalidad y Actitud alimentaria.

  Estimado E.S. P
Neuroticismo -0.023 0.143 0.873
Psicoticismo 0.152 0.097 0.117
Extraversión 0.005 0.13 0.967

En la tabla 4 se puede observar que, por cada punto obtenido en la escala de neuroticismo, hay una disminución de -0.023 puntos en la escala de actitud alimentaria, sin embargo, esta disminución no es estadísticamente significativa (p=0.873), por tanto, la inestabilidad emocional no es un predictor de la actitud alimentaria. De igual forma se muestra que por cada punto obtenido en la escala de psicoticismo se obtienen 0.152 puntos en la escala de actitud alimentaria, sin embargo, este aumento no es estadísticamente significativo (p=0.117). Mientras que, en el caso de la extraversión, por cada punto obtenido es esta escala, se obtienen 0.005 puntos en la escala de actitud alimentaria, pero no es un incremento significativo (p=0.967).

Al realizar las estimaciones del efecto predictor de las dimensiones de personalidad sobre la actitud alimentaria según el género, se encontraron resultados interesantes con respecto al género masculino y la dimensión de Psicoticismo con respecto a su efecto predictor sobre la actitud alimentaria.

Tabla 5.
Género masculino, Psicoticismo y actitud alimentaria

  Estimado E.S. P
Psicoticismo 0.189   0.094      0.044

En la muestra de participantes masculinos, por cada punto obtenido en la escala de psicoticismo, se predice un incremento de 0.189 puntos en la escala de actitud alimentaria, y este cambio es estadísticamente significativo (p=0.044). Por consiguiente, en la muestra de participantes masculinos el psicoticismo es un predictor de la actitud alimentaria. Este resultado difiere con los datos de la investigación de Bennett, Greene, & Schwartz-Barcott (2013), en donde el género femenino tiene mayor riesgo de conducta alimentaria; no obstante, este estudio fue realizado sin considerar las dimensiones de personalidad como un posible predictor en la conducta alimentaria.

 
CONCLUSIONES

 

En síntesis, los resultados encontrados y mostrados en apartados anteriores generan información importante concerniente a como las dimensiones de personalidad, son un referente en el posible desarrollo de trastornos en la conducta alimentaria en los jóvenes universitarios. Puesto que, los diversos contextos de su entorno intervienen directamente en su esquema interno de la personalidad, el cual finalmente se traduce en las reacciones cognitivas de cada individuo.

En este este estudio, se encontró que las dimensiones de la personalidad no predicen directamente la conducta alimentaria; no obstante, se puede mostrar como contra parte que la dimensión de psicoticismo presenta un incremento en el género masculino a diferencia del género femenino para el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria, sin embargo, en los resultados de la prueba de actitud alimentaria se refleja que la muestra no posee riesgo alguno de desarrollar trastorno alimentario.

Así mismo se encontró que el género femenino posee un mayor riesgo de conducta alimentaria, esto no sólo repercute en esta muestra estudiantil puesto que se tiene estigmatizado que a este género se le dificulta gestionar de manera asertiva las distintas situaciones a las que se pueda presentar a diferencia del género opuesto. Además, se debe señalar que aunque los resultados obtenidos fueron positivos por lo que la muestra no se encuentra en riesgo, debe de procurarse que estos jóvenes tengan los conocimientos necesarios que le permitan identificar las alertas ante los posibles trastornos alimenticios y poseer con ellos herramientas para el afrontamiento.

Se considera que para futuras investigaciones el estudio se lleve a cabo a través de un enfoque mixto, ya que las posibilidades de abordar el tema son más amplias. Por ejemplo, para conducta alimentaria se podrían realizar entrevistas, diario de registro alimentario y los resultados se realizarían a partir de las interpretaciones que se realicen sobre estos. Así mismo, se puede realizar un estudio longitudinal, debido a que través de este se podrían realizar varias mediciones a lo largo del tiempo lo que sería beneficioso para la investigación, ya que se podría observar si las dimensiones de la personalidad provocan que la conducta alimentaria cambie a lo largo del tiempo. Además, se sugiere seleccionar una población más amplia que permita trabajar con una muestra representativa y así generalizar los resultados encontrados.

 

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