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Figura 2. Representación de performatividad de género en términos de poder.
En palabras de Ferreira (2013) se puede concluir que:
La consagración formal de la ciudadanía de las
mujeres es insuficiente para lograr el acceso
efectivo a los cargos electivos y partidarios. La
situación social de la mujer, la división sexual del
trabajo, la tradicional exclusión de la mujer de la
esfera pública, la prevalencia de estructuras
familiares de tipo patriarcal, entre otros muchos
factores, explican por qué no basta el
reconocimiento formal de la igualdad para
producir la automática igualdad efectiva. Como
dijimos, las normas son importantes y sirven como
incentivos para generar cambios culturales, pero
esos cambios profundos en la estructura social no
se obtienen de la noche a la mañana, sino que son
procesos históricos que requieren tiempo (p. 4).
3.4. Similitudes y diferencias entre los discursos
políticos de campaña electoral de Cristina Fernández,
Dilma Rousseff y Xiomara Castro
Los temas recurrentes en los discursos de Cristina
Fernández se basaron en los logros obtenidos durante la
presidencia de su esposo, Néstor Kirchner. Esta fue su
estrategia, por lo que, consecuentemente, el discurso fue
dirigido a sus simpatizantes y a la clase media. En el caso
de Dilma Rousseff, sus temas recurrentes se basaron en
exponer su perfil personal y su competencia, y en
proyectos continuistas, dirigiéndose tanto a los
simpatizantes de Lula da Silva, como a sus mayores
críticos. El continuismo de Lula da Silva y adaptarse a la
performatividad de género fueron sus estrategias
empleadas.
El discurso de Xiomara Castro incluyó temas
recurrentes en torno a la lucha contra la corrupción y la
derogación de las Zonas de Empleo y Desarrollo
Económico (ZEDES). Sus estrategias se basaron en el
populismo, en referencia a los resultados y a los
antecedentes durante la presidencia de su esposo, Manuel
Zelaya, y demás semejanzas observadas en otros países
latinoamericanos con tendencias izquierdistas (Cuadro 2).
Sobre cómo el estereotipo de género influyó en los
discursos políticos, Xiomara Castro apeló al mensaje de
empoderar a las mujeres, buscando imparcialidad laboral
y disminuir el grado de impunidad sobre la violencia
contra la mujer. Cristina Fernández cuestionó los roles de
género, por medio de spots publicitarios, especialmente
luego de la muerte de su esposo, Néstor Kirchner, donde
medios opositores la retrataron como una mujer débil e
incapaz de ostentar el cargo sin ayuda de su cónyuge.
Dilma Rousseff se mostró como una mujer de porte fuerte
y rígido, características que fueron criticadas y que
resultaron en una reformulación de su imagen,
apareciendo después con un semblante más carismático.
Dilma Rousseff incluso fue considerada como la madre de
Brasil por los medios de comunicación. No obstante, a
pesar de que estas tres candidatas a la presidencia
mostraron una imagen de empoderamiento femenino, un
tema recurrente en sus discursos políticos siempre fue el
recordatorio de que existía una figura masculina que
respaldaba y reforzaba su candidatura (Figura 3).
4. Discusión
El discurso político es la herramienta inmanente
empleada por cualquier personaje político dentro del
contexto global. Es la vía óptima de transmitir sus
promesas e ideologías a la población. Este tipo de discurso
se ha convertido en la simiente de un proceso electoral
para llegar a encontrar la resolución y salvaguardar el
bienestar social. Dentro de nuestro estudio, cada discurso
presidencial representó la forma de ascender al poder de
las mujeres en sus respectivos Estados. Las estrategias
empleadas por las presidentas fue desacreditar a su mayor
oposición, posicionar su imagen y figura como la
representación de continuidad y la mejora de los proyectos
y políticas de sus principales avales: figuras masculinas.
Como un común denominador en los discursos de las
tres presidentas, se puede destacar el hecho que todas, en
aspectos económicos y sociales, resaltan aspectos
positivos que se dieron durante la presidencia de los
hombres que las respaldaron: Néstor Kirchner, en el caso
de Cristina Fernández, Lula da Silva, en el caso de Dilma
Rousseff y Manuel Zelaya, en el caso de Xiomara Castro.
Esto apeló al continuismo de las políticas y proyectos de
sus anteriores correligionarios.
Existe una diversa variación de la metodología
emprendida por Cristina Fernández, Dilma Rousseff y
Xiomara Castro a los segmentos de su población.