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Honduras. Ambas ganaron sus respectivas elecciones con
un margen bastante amplio y bajo el masivo apoyo
popular (Carletta, 2011; Tribunal Superior Eleitoral,
2011) debido a diferentes coaliciones presentadas en
Argentina y Brasil que terminaron debilitando la
resistencia electoral. Por lo contrario, Xiomara Castro
mostró más dificultades en cuanto a su oposición política;
atravesando dos campañas electorales sin éxito y una serie
de alianzas para conseguir el apoyo popular. Finalmente,
logró el triunfo en 2021, favorecida por el voto castigo de
la población en contra del Partido Nacional, que llevaba
12 años en el poder generando descontento nacional con
escándalos de corrupción vinculados al crimen organizado
(Morazán, 2021).
En la feminización del discurso político, se destaca el
hecho que tanto Xiomara Castro y Dilma Rousseff se
cobijaron bajo la imagen de un hombre para poder
reforzar y dar credibilidad a su candidatura. En el caso de
Cristina Fernández, ella empleó la muerte de su esposo
como una estrategia base. Dichos hombres fueron claves
en los discursos políticos de la campaña electoral de las
tres mujeres candidatas. Asimismo, cabe resaltar el hecho
que, si bien Xiomara Castro y Dilma Rousseff comparten
la estrategia de apegarse a la performatividad de género,
lo cual les permitió escalar en el juego de poder al
mostrarse carismáticas y maternales. En el caso de
Cristina Fernández, ella no fue cuestionada por ser una
mujer con una personalidad fuerte y egocéntrica y no tuvo
que aplicar ninguna estrategia de género en su discurso
político. Cristina Fernández se limitó a recurrir al lema de
Fuerza como sinónimo de empoderamiento femenino.
En contraste con Dilma Rousseff, los aspectos de
género en la política se dieron de manera muy distinta con
Cristina Fernández y Xiomara Castro en Argentina y
Honduras, respectivamente. Cristina Fernández, por
ejemplo, no debió recurrir a acoplarse a la normativa de
género con la finalidad de poder acaparar el voto de un
mayor porcentaje de la población. Ella siempre fue vista,
desde su época como diputada y senadora entre 1989 y
1995, como una mujer rígida, pragmática e incluso
egocéntrica ante los medios de comunicación. Dichas
cualidades no afectaron su campaña electoral. En el caso
de Xiomara Castro por ser esposa de Manuel Zelaya,
expresidente de Honduras y la cara del partido político
Libre, no tuvo que recurrir a adaptar su imagen y persona
a los roles de género como tal. Nunca fue vista como una
figura fuerte o “fuera de lo normal y esperado” para una
mujer. Xiomara Castro, en su campaña electoral de 2021,
fue cuestionada únicamente por sus capacidades técnicas
para ejercer el cargo de presidente. No fue cuestionada por
razones de género.
5. Conclusión
La política latinoamericana incluye un dominio
predominante de la cultura masculina, como las únicas
figuras líderes nacionales estereotípicamente aceptadas.
La vigorosa imagen del hombre en la política se ha
convertido en un ciclo cotidiano, relegando a las mujeres
con aspiraciones políticas a la necesidad de adaptarse a los
estándares impuestos por la sociedad. A pesar de los
avances mostrados dentro de la región en los últimos años,
sigue prevaleciendo una agobiante inequidad dentro de la
arena política, siendo cada vez más escasos la coyuntura
de mujeres parlamentarias o en un alto puesto de las
administraciones gubernamentales. Un fenómeno
predominante en los tres discursos políticos estudiados
son el de sociedades con roles de género inmutables. A
pesar de los resultados positivos de los discursos políticos
de las tres presidentas analizadas, continúan palpitantes
las bases masculinas. Esto indica que la feminización de
la política sigue teniendo un largo camino por recorrer.
6. Contribución de los Autores
AF, IV y LC diseñaron el estudio y recogieron los
datos. LCA supervisó el estudio y asesoró a los coautores.
Todos los autores leyeron y aprobaron la versión final del
manuscrito.
7. Conflictos de Interés
Los autores declaran no tener ningún conflicto de
interés.
8. Referencias Bibliográficas
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