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uso controlado y con propósito propiciará que los objetivos
se cumplan y no sean un distractor para el estudiante.
Las redes sociales pueden servir como herramientas que
facilitan el acceso a la información, la investigación, la
comunicación con pares, así como el trabajo en equipo y la
diversificación de recursos de enseñanza. Es innegable su
flexibilidad. Aunque comenzaron como plataformas de
interacción, se mudaron rápidamente al mercadeo, la
difusión de información y la creación de contenidos con los
que otros individuos pueden interactuar. Esto a través de
visualizaciones, reacciones, comentarios y difusión. Los
contenidos cada vez más se vinculan con el aprendizaje,
debido a la educación virtual predominante en estos últimos
años.
El abordaje de las TIC y las redes sociales en el aula
permite al profesor redefinir sus propios aprendizajes, según
la respuesta de los estudiantes ante las técnicas que se
implementen en las clases. El docente debe poseer aptitudes
para facilitar el aprendizaje digital en el alumnado. Según el
Marco común de competencia digital docente propuesto por
el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de
Formación del Profesorado [INTEF] (2017) las aptitudes
son: información y alfabetización informacional,
comunicación y colaboración, creación de contenidos
digitales, seguridad y resolución de problemas. Su intención
es que el estudiante logre las habilidades necesarias para su
desarrollo como individuo en la sociedad del siglo XXI.
No obstante, se continúan teniendo grandes reservas
acerca de la implementación de las redes sociales en el
aprendizaje. Esto por su uso desmesurado y el estímulo
incorrecto por su abuso y la percepción de que la formación
educativa está siendo reemplazada por contenido o
información que encuentran en redes sociales. Los
educandos podrían entender que se puede prescindir de la
educación formal, pues lo tienen “todo” a un clic de
distancia. Además, la sobreexposición de información actual
no siempre resultará en un estímulo correcto para el
aprendizaje significativo, ejemplo de ello las fake news u
otros contenidos de desinformación, que necesitarán de la
visión y pensamiento crítico que se desarrollará a medida el
estudiante comprenda la alfabetización informacional.
La integración de las redes sociales en el
proceso educativo
De modo que, nos preguntamos ¿cómo constituimos
estrategias didácticas usando redes sociales? Las primeras
aproximaciones son responsabilidad del docente, quien debe
ser capaz de determinar qué tan significativo es el contenido
que se está generando dentro de las redes sociales y su
propósito en clase.
Tal como lo menciona Arias (2015):
Para lograr una mayor participación de los alumnos
en los sitios de redes sociales, se prefiere la presencia
del instructor, de manera que participe en las
discusiones que incluso puede iniciar él. Los
resultados muestran que una mayor participación del
instructor aumenta la participación de los estudiantes
(p. 5).
Es necesario instruir al estudiante en el uso propicio y
búsqueda de información en redes sociales, así como
discriminar aquella que no es valiosa para su proceso. Los
estudiantes pueden darse cuenta de que entre más tiempo
interactúen con este tipo de contenidos, el algoritmo de las
aplicaciones recomendará temas similares. Así ellos pueden
hacer recopilaciones, comparaciones e incluso refutaciones
fundamentadas del material que encuentran.
También podría integrarse el eje de la creación y
publicación de contenidos por parte de los estudiantes en las
redes sociales: grabar un podcast, exponer fotografías de sus
productos elaborados en clases, hacer una bitácora tipo blog,
grabar tutoriales o el proceso de realización de un proyecto,
sesiones en vivo para debatir un tema, etc. Esto generará un
involucramiento activo por parte de los alumnos -el publicar
dentro de las redes- únicamente que en esta ocasión será
orientado al ámbito académico. Al mismo tiempo, se
generará la reflexión de que dichas herramientas no solo
pueden servir para obtener recursos, sino para crearlos.
Así como hay actualización de contenidos y estrategias
de enseñanza, así también debe hacerse una adecuación
curricular que incluya el uso de TIC y otras tecnologías
propias de cada ciencia. Hay una gran oportunidad de
integrar las redes sociales dentro de las aulas de clase, con
la finalidad de servir como recurso didáctico.
Convendrá, de la misma forma, la constante evaluación y
juicio crítico de todos los actores del proceso educativo
cuando se entre en contacto con las redes sociales. Es
beneficioso que los docentes de áreas similares puedan
identificar contenidos adecuados. Del mismo modo, que los
estudiantes brinden retroalimentación en relación con las
necesidades de aprendizaje que se estén presentando o se
requiere mejorar. De esa forma, se obtienen puntos de vista
que enriquecerán la propuesta de actividades académicas.
La innovación debe ser una característica por poseer en
cada profesional dedicado a la educación. No solo como un
requisito de la labor; sino en el proceso de adaptación al
estudiante, a sus formas de aprendizaje y entender cuáles son
estas ideas que refuerzan el estilo de instrucción de los
alumnos. El educador debe gozar de un abanico de opciones
metodológicas. Cada una más innovadora que la otra para
darle al estudiante satisfacción en el recibimiento y
producción autónoma de conocimiento.
Las redes sociales se volvieron una herramienta de uso
cotidiano. Cada día los desarrolladores de estas aplicaciones
trabajan para ofrecer actualizaciones con el fin de mantener
felices a sus usuarios y aumentar la cantidad de ellos. A
finales del siglo pasado, se habló del internet como un
recurso vital en las aulas de clase. Ahora tenemos el
despliegue casi ilimitado de las redes sociales y las