INNOVARE CIENCIA Y TECNOLOGÍA VOL. 11, NO. 2, 2022
Disponible en CAMJOL
INNOVARE Ciencia y Tecnología
Sitio web: www.unitec.edu/innovare/
1
Autor corresponsal: ana.romero@unitec.edu.hn, Centro Universitario Tecnológico, UNITEC, Campus Tegucigalpa
Disponible en: http://dx.doi.org/10.5377/innovare.v11i2.14791
© 2022 Autores. Este es un artículo de acceso abierto publicado por UNITEC bajo la licencia http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
Opinión
Integrando redes sociales en la educación
Integrating social media in education
Ana Cecilia Romero
1
Centro Universitario Tecnológico, Universidad Tecnológica Centroamericana, UNITEC, Tegucigalpa, Honduras
Desde que el internet y las Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TIC) se implementaron en las
estrategias de enseñanza y aprendizaje, su utilización en los
planes de clase es cada vez más frecuente. Los recursos
concretos que solían emplearse comenzaron a ser
reemplazados por herramientas, softwares e incluso las
redes sociales; que iniciaron a integrarse en las aulas con
distintas modalidades.
La relación de la tecnología con la educación ha sido un
tema recurrente dentro de los paradigmas de esta, desde el
conductista, el cognitivo hasta el constructivista (Ouyang &
Stanley, 2014). La tecnología constituye un elemento que
contribuye con la evolución. La concepción de una
educación tradicional basada en el modelo industrial y
centrada en el maestro se ha ido transformando. Ahora hay
espacio a nuevos enfoques educativos que promueven el
aprendizaje autónomo, el desarrollo de competencias,
habilidades y aptitudes, y que se centran en la actividad del
estudiante.
De TIC a redes sociales: las nuevas didácticas
Las actualizaciones curriculares juegan un papel
importante dentro de este marco, sobre todo cambiando la
dinámica entre el estudiante y el docente. El primero
considerado en ocasiones como nativo digital y el segundo
un inmigrante a esta modalidad. El docente se suma a la
tarea de no solo transmitir sus contenidos, sino de adaptar su
ambiente educativo, ya sea físico o virtual, para la
implementación de estrategias novedosas con uso de TIC.
Los docentes deben desarrollar capacidades que permitan
hacer un uso adecuado de las TIC. No deben repercutir en
malas prácticas que conlleven al estudiante a un aprendizaje
no significativo. Algunas de estas son: competencias
tecnológicas, pedagógicas, comunicativas, de gestión e
investigación (Gamboa-Suárez et al., 2018). Las
instituciones educativas, a través de sus gestores, deben
repensar los roles de docentes, estudiantes y componentes
tecnológicos en las aulas de clase.
La educación actual ya contaba con el reto de replantear
sus currículos y prácticas para balancear el uso adecuado de
las TIC. El aprendizaje híbrido se convirtió en una
modalidad con un peso importante en la última década, al
igual que el modelo de formación a distancia. Esta necesidad
se agudizó con el COVID-19 y la urgencia de recrear
entornos educativos que emularan la interacción en las aulas
de clases presenciales. Este nuevo escenario marcó el
nacimiento de múltiples estrategias basadas en lo que los
jóvenes más utilizan: las redes sociales.
En la actualidad, en el mundo hay 4.62 billones de
personas que utilizan de manera activa las redes sociales
para diversos fines. Durante el 2021 en Honduras el 48.1%
de su población estuvo activa en redes sociales (Álvarez,
2022). Estas nuevas formas de interacción son cada vez más
usadas en ambientes como la educación y el teletrabajo. Sus
bondades se deben aprovechar en una sociedad que vive en
constante actividad en las redes sociales.
Según Álvarez (2022), en Honduras, hoy en día el uso de
las redes sociales es el siguiente: Facebook: 4.40 millones;
Facebook Messenger: 2.80 millones; Instagram: 1.55
millones; YouTube: 4.37 millones; Twitter: 364 mil
aproximadamente; entre otras.
Redes sociales: transformadores escolares
El debate ha sido extenso y acalorado sobre las ventajas
y los peligros que implican las redes sociales para el usuario:
la pérdida de privacidad, el dominio público de información,
entre otras. En la educación, las redes sociales deben dejar
de verse como una amenaza latente, si su implementación
provoca en el estudiante la construcción de nuevos
conocimientos, el pensamiento crítico y la interacción. Un
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uso controlado y con propósito propiciará que los objetivos
se cumplan y no sean un distractor para el estudiante.
Las redes sociales pueden servir como herramientas que
facilitan el acceso a la información, la investigación, la
comunicación con pares, así como el trabajo en equipo y la
diversificación de recursos de enseñanza. Es innegable su
flexibilidad. Aunque comenzaron como plataformas de
interacción, se mudaron rápidamente al mercadeo, la
difusión de información y la creación de contenidos con los
que otros individuos pueden interactuar. Esto a través de
visualizaciones, reacciones, comentarios y difusión. Los
contenidos cada vez más se vinculan con el aprendizaje,
debido a la educación virtual predominante en estos últimos
años.
El abordaje de las TIC y las redes sociales en el aula
permite al profesor redefinir sus propios aprendizajes, según
la respuesta de los estudiantes ante las técnicas que se
implementen en las clases. El docente debe poseer aptitudes
para facilitar el aprendizaje digital en el alumnado. Según el
Marco común de competencia digital docente propuesto por
el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de
Formación del Profesorado [INTEF] (2017) las aptitudes
son: información y alfabetización informacional,
comunicación y colaboración, creación de contenidos
digitales, seguridad y resolución de problemas. Su intención
es que el estudiante logre las habilidades necesarias para su
desarrollo como individuo en la sociedad del siglo XXI.
No obstante, se continúan teniendo grandes reservas
acerca de la implementación de las redes sociales en el
aprendizaje. Esto por su uso desmesurado y el estímulo
incorrecto por su abuso y la percepción de que la formación
educativa está siendo reemplazada por contenido o
información que encuentran en redes sociales. Los
educandos podrían entender que se puede prescindir de la
educación formal, pues lo tienen “todo” a un clic de
distancia. Además, la sobreexposición de información actual
no siempre resultará en un estímulo correcto para el
aprendizaje significativo, ejemplo de ello las fake news u
otros contenidos de desinformación, que necesitarán de la
visión y pensamiento crítico que se desarrollará a medida el
estudiante comprenda la alfabetización informacional.
La integración de las redes sociales en el
proceso educativo
De modo que, nos preguntamos ¿cómo constituimos
estrategias didácticas usando redes sociales? Las primeras
aproximaciones son responsabilidad del docente, quien debe
ser capaz de determinar qué tan significativo es el contenido
que se está generando dentro de las redes sociales y su
propósito en clase.
Tal como lo menciona Arias (2015):
Para lograr una mayor participación de los alumnos
en los sitios de redes sociales, se prefiere la presencia
del instructor, de manera que participe en las
discusiones que incluso puede iniciar él. Los
resultados muestran que una mayor participación del
instructor aumenta la participación de los estudiantes
(p. 5).
Es necesario instruir al estudiante en el uso propicio y
búsqueda de información en redes sociales, así como
discriminar aquella que no es valiosa para su proceso. Los
estudiantes pueden darse cuenta de que entre más tiempo
interactúen con este tipo de contenidos, el algoritmo de las
aplicaciones recomendará temas similares. Así ellos pueden
hacer recopilaciones, comparaciones e incluso refutaciones
fundamentadas del material que encuentran.
También podría integrarse el eje de la creación y
publicación de contenidos por parte de los estudiantes en las
redes sociales: grabar un podcast, exponer fotografías de sus
productos elaborados en clases, hacer una bitácora tipo blog,
grabar tutoriales o el proceso de realización de un proyecto,
sesiones en vivo para debatir un tema, etc. Esto generará un
involucramiento activo por parte de los alumnos -el publicar
dentro de las redes- únicamente que en esta ocasión será
orientado al ámbito académico. Al mismo tiempo, se
generará la reflexión de que dichas herramientas no solo
pueden servir para obtener recursos, sino para crearlos.
Así como hay actualización de contenidos y estrategias
de enseñanza, así también debe hacerse una adecuación
curricular que incluya el uso de TIC y otras tecnologías
propias de cada ciencia. Hay una gran oportunidad de
integrar las redes sociales dentro de las aulas de clase, con
la finalidad de servir como recurso didáctico.
Convendrá, de la misma forma, la constante evaluación y
juicio crítico de todos los actores del proceso educativo
cuando se entre en contacto con las redes sociales. Es
beneficioso que los docentes de áreas similares puedan
identificar contenidos adecuados. Del mismo modo, que los
estudiantes brinden retroalimentación en relación con las
necesidades de aprendizaje que se estén presentando o se
requiere mejorar. De esa forma, se obtienen puntos de vista
que enriquecerán la propuesta de actividades académicas.
La innovación debe ser una característica por poseer en
cada profesional dedicado a la educación. No solo como un
requisito de la labor; sino en el proceso de adaptación al
estudiante, a sus formas de aprendizaje y entender cuáles son
estas ideas que refuerzan el estilo de instrucción de los
alumnos. El educador debe gozar de un abanico de opciones
metodológicas. Cada una más innovadora que la otra para
darle al estudiante satisfacción en el recibimiento y
producción autónoma de conocimiento.
Las redes sociales se volvieron una herramienta de uso
cotidiano. Cada día los desarrolladores de estas aplicaciones
trabajan para ofrecer actualizaciones con el fin de mantener
felices a sus usuarios y aumentar la cantidad de ellos. A
finales del siglo pasado, se habló del internet como un
recurso vital en las aulas de clase. Ahora tenemos el
despliegue casi ilimitado de las redes sociales y las
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funciones que ofrecen. Es hora de procurar involucrarse con
objetivos que beneficien y sean parte de la calidad educativa.
Las redes sociales son capaces de abrir la puerta a un sin
número de oportunidades de aprendizaje que derivarán a
otras, por ejemplo, las aplicaciones tipo juego orientadas al
aprendizaje. Ahora lo llamamos gamificación. Pero eso, será
material para otro escrito.
Conflictos de Interés
La autora declara no tener ningún conflicto de interés.
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https://wearesocial.com/es/blog/2021/01/digital-report-2021-el-
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Ouyang, J. R., & Stanley, N. (2014). Theories and research in educational
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https://dx.doi.org/10.13189/ujer.2014.020208
*Recibido: 23 marzo 2022. Revisado: 19 mayo 2022. Aceptado: 10 julio
2022. Publicado: 31 agosto 2022
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