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consumir cafés sostenibles se contribuye a la
potencialización del bien social y ambiental. Se logra
mediante el respeto al entorno, la mejora de la economía de
los productores, la reducción de la desigualdad, con mejores
condiciones de vida y trabajo y con la defensa de los
derechos humanos. Lograr la sostenibilidad en el cultivo del
café es responsabilidad tanto de los productores como de los
consumidores.
Percepción del productor
El tema de la sostenibilidad ya no corresponde solo a un
sector en específico. El concepto de café sostenible ya no es
ajeno para los productores. Esto debido a que es necesario
que ellos lo apliquen el concepto en su contexto real. Es
necesario conocer su percepción acerca del tema. Los
caficultores enfrentan problemas como bajos rendimientos y
deterioros de la calidad en el producto. Por consiguiente, se
originan problemas económicos, sociales y ambientales. De
ahí, nace la importancia de enfocar los esfuerzos para poder
fortalecer la producción de café.
El presente y futuro de la producción de café están
ligados con la destrucción del medio ambiente, los pocos
ingresos percibidos por el productor y la injusticia social.
¿Cómo lograr que el productor comprenda este tópico? Los
caficultores necesitan entender los beneficios que trae una
producción de café sostenible. Se deben explorar
alternativas que permitan lograr este objetivo. Existen
dominios de beneficios para los agricultores. El primero
comprende un mercadeo colectivo, mejores precios, mejor
acceso a insumos y producción para alcanzar el beneficio
económico. El segundo comprende el apoyo en educación,
salud y fortalecimiento de relaciones sociales para obtener
el beneficio social o comunitario. El tercero tiene que ver
con la existencia de asociaciones que representen a los
pequeños agricultores ante el mercado. El cuarto dominio
tiene que ver con las capacitaciones y soporte técnico en
general para los caficultores. El quinto contribuye a crear
redes de trabajo con otros caficultores y otras asociaciones
para establecer lazos de colaboración y acceso al mercado
(Ibnu et al., 2018). Esto apuntará a lograr una producción de
café sostenible atenuando los efectos sobre el medio
ambiente y potenciando los beneficios en la dimensión
social y económica.
Percepción del consumidor
Cada potencial consumidor de café utiliza sus sentidos
para apreciar diferentes atributos del producto y decidir si lo
va a comprar y posteriormente consumir. Las decisiones de
compra pueden recibir influencia de diferentes factores que
incluyen las características de las personas (por ejemplo,
género y edad). Además, cada persona tiene preferencias
específicas por el café que consume. Sin embargo, ¿cómo
saber si estaría dispuesto a comprar y consumir un café
sostenible? No se puede dar una respuesta certera de ello sin
fundamento. Por esta razón, resulta importante entender los
factores que influencian la preferencia por un café y conocer
si existe un patrón de consumo predeterminado.
En los últimos años, una nueva tendencia de consumo del
café ha nacido debido a la preocupación y la responsabilidad
social por parte del consumidor. Una nueva cultura de
consumo ha surgido, pues la conciencia del consumidor
juega un rol muy importante frente a todos los aspectos
negativos que pudieran estar afectando al planeta. Sin
embargo, la falta de información está presente en los
productos consumidos a diario (Mónaco & Modesto, 2016).
Las certificaciones de café, como los sellos o esquemas, son
instrumentos que facilitan el acceso de información al
consumidor.
Esquemas de café sostenible
Los esquemas de cafés sostenibles son guías para
determinar la forma en la que el café debe ser cultivado
según los conceptos propios de cada organización que
otorga la certificación. Es importante indicar la diferencia
entre sello y certificación, así como los pasos de niveles de
medición de un café sostenible. La certificación se refiere a
la acción del productor de inscribirse en un programa con el
objetivo de demostrar que el café producido es diferente a
uno convencional. Esto en términos de su sistema de gestión
de producción. Es ahí donde nacen los sellos con diferentes
formas y colores que vienen impresos en cada empaque de
café puesto a la venta. Los sellos representan los estándares
específicos que ha cumplido el café que lo lleva (González
Mesías & Gallego Castaño, 2017).
Los cafés diferenciados y certificados cada vez aumentan
más sus ventas, significando una atracción inminente a
nuevos consumidores. Es posible lograr un impulso
importante para el sector cafetalero. En el mundo, existen
diferentes sellos y certificaciones de sostenibilidad para
café, como ser: Orgánico, Comercio Justo (Fairtrade),
Rainforest Alliance, Bird Friendly, Calidad Sostenible de
Nespresso AAA, Prácticas de C.A.F.E. Starbucks y el
Código Común de la Comunidad Cafetalera (4C). Se puede
notar la amplia variedad de certificaciones que ofrecen una
serie de oportunidades en favor de la sostenibilidad.
La sostenibilidad es un término que está de moda. Sin
embargo, es una necesidad que debe cumplirse para
preservar nuestro planeta. El sector cafetalero es muy
importante a nivel mundial. Su producción diferenciada y
posteriormente certificada puede generar un impacto
positivo a nivel social, ambiental y económico. Cada actor
de la cadena de café juega un papel importante en el
cumplimiento de los diferentes desafíos para lograr la
sostenibilidad.
Ahora, más que nunca, y de aquí en adelante, es
importante preguntarse: la taza de café que me tomaré, ¿es
sostenible?