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Autor corresponsal: wjriverac@gmail.com, Universidad Tecnológica Centroamericana, Campus San Pedro Sula
Disponible en: http://dx.doi.org/10.5377/innovare.v11i2.14793
© 2022 Autores. Este es un artículo de acceso abierto publicado por UNITEC bajo la licencia http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0
Opinión
Sostenibilidad fiscal en Honduras
Tax sustainability in Honduras
Wilder Javier Rivera Carcamo
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Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales, Universidad Tecnológica Centroamericana, UNITEC, San Pedro Sula,
Honduras
Según la Secretaría de Finanzas de Honduras (SEFIN) en
el documento denominado “Presupuesto aprobado de
ingresos para el periodo fiscal 2022”, la sostenibilidad fiscal
es de 179,522 mil millones de lempiras, de los cuales el
66.1% corresponde a la captación fiscal (Secretaría de
Finanzas de Honduras [SEFIN], 2021). Esta es una meta
proyectada y se aplicarán ciertos mecanismos para que sea
alcanzada por el Servicio de Administración de Rentas
(SAR). Un 11.2% de los ingresos se obtendrá por medio de
préstamos. Esto hace que un 77.3% del presupuesto salga de
los mismos lugares que siempre han existido. La presión
fiscal impuesta por parte del Estado será del 17.5% (SEFIN,
2021). El índice de inflación se ubicará en 6.2%, contra un
4.5% de incremento del Producto Interno Bruto (PIB),
generando un balance negativo de 1.7% (SWI swissinfo.ch,
2022). Dichos indicadores no muestran un panorama
prometedor para nuestra nación que viene de ser golpeada
por la pandemia del COVID-19, así como de los desastres
naturales provocados por la tormenta Eta y el huracán Iota.
A esto se suma, un difícil y cuestionable ambiente político
en torno a las decisiones adoptadas por el cambio de
gobierno.
Al comparar las líneas tributarias impositivas que afectan
a los consumidores finales (Impuesto sobre la Venta (ISV)
(15%)) de los presupuestos 2021 y 2022, encontramos un
aumento de 19.6%. Este aumento tiene un peso
representativo de captación tributaria del 16.7%. Con
respecto al Impuesto sobre la Renta (ISR) (25%) que afecta
las utilidades de las empresas, la captación impositiva tendrá
un aumento desbordante del 2.3%, en comparación a lo que
fue el periodo fiscal de 2021 (Diario Oficial de la República
de Honduras, 2020). Llama mucho la atención su aumento
desmesurado. Dadas las acciones del pasado por parte de los
gobernantes en buscar formas de captar más tributos, estas
muestran una nueva regularización tributaria como la
aprobada en el periodo fiscal 2016 (Diario Oficial de la
República de Honduras, 2016). En el 2016, se vio una
reforma en la ampliación del tiempo, desde el 1 de enero del
2017 hasta el 30 de septiembre del 2017 (Congreso Nacional
de Honduras, 2017). Sucedió lo mismo para el periodo fiscal
2018 (Diario Ofical de la República de Honduras, 2018). Esa
fue la estrategia utilizada para obtener más tributos en esos
momentos. Dicha forma de tributación abarcó los períodos
de cinco años desde que fue reformada nuevamente.
Este tipo de acciones en favor de la captación tributaria
es todo lo contrario a una sostenibilidad fiscal sana y
balanceada. El Estado proporciona el beneficio a todos
aquellos que se acogen a la ley pagando el 1.5% sobre el
valor más alto de ingresos reportados en la declaración del
ISR, en cualquiera de los períodos fiscales entre 2012 al
2017. Esto provoca más evasión fiscal. Deben buscarse
opciones de captación de ingresos, pero no de la forma
incorrecta. Los presupuestos deben ajustarse a las exigencias
y demandas que el Estado debe cumplir de una u otra
manera. Esta práctica de captación tributaría da pie a que la
evasión no se controle, sino que el Estado sutilmente acepte
la evasión. Desde el momento en que se paga y el beneficio
es recibir un finiquito donde literalmente se lee “en el
sentido de que el finiquito y sello definitivo implica que los
períodos fiscales se consideran cerrados” (Diario Oficial de
la República de Honduras, 2018), ¿acaso no es esto una mala
práctica tributaria? ¿Dónde está la labor de auditoría?
¿Dónde quedan los controles externos de la SAR para los
grandes y medianos contribuyentes y todos aquellos otros
que de alguna manera podrían aprovechar esta equivocada
forma de captación tributaria?
¿Es esto acaso una manera en que el Estado por medio de
la SAR evalúa la evasión fiscal y de cierta manera considera
recuperar una mayor cantidad de ingresos realizando este
tipo de prácticas? Considerando este aspecto, ¿cuánto le