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más basados en valores y concienciados (López La Rosa,
2020).
Para el caso de la moda, las marcas basadas en la
economía sostenible tienen que incluir estas iniciativas
como parte de su Responsabilidad Social Empresarial
(RSE), optando por una mayor transparencia en relación
con los proveedores y clientes (Mañas-Viniegra, 2018).
Al mismo tiempo, cada una de las prendas diseñadas y
producidas de forma sostenible suelen identificarse con
una etiqueta específica, además de contar con diversas
descripciones e información de marketing destinada a
comunicar al consumidor sobre los procesos y que permite
desarrollar una credibilidad de marca sólida a medida que
la cadena de suministro se vuelve más transparente
(Castillo-Abul & Romero-Rodríguez).
La forma en que las empresas comunican sus prácticas
sostenibles a los consumidores resulta muy importante,
porque generalmente el uso de materiales sostenibles o el
cambio en el modelo de producción puede significar un
incremento del precio que debe justificarse, especialmente
a razón de las ventajas competitivas y valores añadidos
(Mut-Camacho & Bernad-Monferrer, 2011). Los
consumidores suelen ser más receptivos a los mensajes
que dan importancia a los beneficios ambientales de la
producción, en lugar de los impactos ambientales
negativos de las opciones que no se consideraban como
sostenibles (Harris et al., 2016). No obstante, promover
los beneficios de un método sostenible de producción y
destacar los impactos negativos de la alternativa podría ser
efectivo para aumentar la cantidad de consumidores que
compran prendas y productos de este tipo (Castillo-Abdul
et al., 2020).
Para el caso, la marca Zara en su portal tanto en España
como en Honduras difunde lo siguiente: “En Zara
trabajamos de forma continua para hacer que nuestra
actividad sea cada vez más sostenible. Desde que
firmamos por primera vez el pacto mundial de las
Naciones Unidas (ONU) e implementamos nuestro primer
código de conducta en 2001, nuestros objetivos sociales y
medio ambientales se han vuelto más exigentes. Hemos
desarrollado una hoja de ruta con una visión holística que
incorpora tanto los retos centrados en las personas como
en los centrados en el planeta. Alcanzar nuestros
compromisos en sostenibilidad supone un gran reto que
no podemos realizar solos. Por eso, colaboramos con
proveedores, organizaciones internacionales, gobiernos y
otras compañías del sector para, entre todos, impulsar un
cambio real en la industria.” (Zara, 2022).
Esta marca es una de las marcas que más vende fast
fashion a nivel internacional, con precio muy accesibles
para la mayoría de las personas. Este gigante empresarial
ha indicado un compromiso de crear medidas en línea con
los 17 objetivos de desarrollo sostenible que la ONU ha
fijado para el 2030 (Guerra Martín, 2022). Se ha definido
la fast fashion como ropa que se hace y se vende barata,
para que la gente pueda comprar piezas nuevas a menudo
(Cambridge Dictionary, 2022). Esta tendencia tiene
implicaciones éticas y de derechos humanos, desde la
producción de prendas en países que tienen condiciones
laborales precarias, salario mísero, así como la
explotación laboral infantil y el trabajo forzado
(Greenpeace México, 2021). También conlleva
implicaciones negativas en el ámbito medio ambiental. La
Organización para las Naciones Unidas ha reportado que
se requieren 7,500 litros de agua para producir una pieza
de pantalón de azulón (jeans), y que el sector del vestido
usa 93,000 millones de metros cúbicos de agua al año.
Además, refiere que esta industria suma el 20% del
desperdicio total de agua en el mundo (Naciones Unidas,
2019). El objetivo de esta investigación fue evaluar la
coherencia entre comportamiento y discurso en el marco
de las políticas de RSE de la marca Zara del grupo Inditex
de España en Honduras. Dicha evaluación contribuirá a
un análisis situacional dirigido a mejorar la gestión de la
comunicación del discurso de moda sostenible y a una
correcta vinculación con las acciones de sostenibilidad.
2. Métodos
2.1. Diseño y muestra del estudio
El estudio fue transversal descriptivo con una muestra
por conveniencia de 88 participantes que eran
consumidores locales de la marca en Tegucigalpa,
Honduras. Los mismos fueron entrevistados previo
consentimiento informado verbal a la salida del local de la
tienda en un mall durante el mes de junio de 2022.
Tegucigalpa es parte del Distrito Central, el municipio
más poblado de Honduras (concentra 14% de la población
del país) y en 2021 tenía un estimado de 1,293,600
habitantes, de los cuales 609,300 eran hombres y 684,300
mujeres (Banco Central de Honduras [BCH], 2022).
El criterio de selección fue ser consumidor con 2 o 3
compras de la marca al año. Se aplicó un cuestionario
cuantitativo en formato físico según disponibilidad de
tiempo de los entrevistados, de lo contrario, se compartió
un enlace web a un formulario electrónico para ser
respondido posteriormente. Además, se hizo una revisión
documental de las políticas de RSE de la tienda a través
de su página online y de la web corporativa.
2.2. Instrumentos y recolección de datos
El cuestionario fue elaborado en base a la revisión
bibliográfica del estudio, contenido 4 ítems. El ítem 1
contó con 5 preguntas dirigidas a obtener datos
demográficos. En el ítem 2, de las preguntas 6 a 8, se
indagó sobre el conocimiento de los consumidores sobre
el discurso de sostenibilidad de la marca Zara en
Honduras. En el ítem 3 se hizo 6 preguntas dirigidas a
conocer la percepción de los consumidores sobre las
estrategias de sostenibilidad de la marca en Honduras. Al