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didácticas. Debido a este entorno, una consecuencia es que
el alumno no se interesa en las matemáticas hasta parecerles
aburridas, poco lúcidas y carentes de utilidad en la vida
diaria.
El desarrollo de las competencias laborales tales como la
toma de decisiones en base de datos o trabajo en equipo son
de suma importancia en un mundo laboral que evoluciona
de forma rápida, y no se reduce únicamente a los resultados
académicos de los estudiantes, sino a la combinación de
inteligencias múltiples (lingüística, musical, lógico-
matemática, cinestésico-corporal, viso-espacial,
intrapersonal, interpersonal, naturalística) (Gardner, 2019).
Los alumnos llegan a las aulas universitarias con enormes
falencias en conocimientos básicos de matemáticas, los
cuales debieron ser abarcados en primaria y secundaria.
Usualmente, los alumnos de centros educativos con mayor
calidad tienen mejores conocimientos, pero es un pequeño
porcentaje de la población estudiantil universitaria.
Las necesidades matemáticas que presentan los alumnos
universitarios tienen sus raíces en la escuela secundaria
(educación media hondureña en el III ciclo (7mo-9no
grado). En últimos años, hubo un incremento en
reprobaciones y deserciones. Por ejemplo, en el 2015 hubo
un total de 53,907 estudiantes reprobados, mientras que en
el 2018 se incrementó a 93,124 reprobados. Asimismo, en
2015 hubo 19,994 estudiantes desertores, con un incremento
de 29,243 deserciones en 2018. (Secretaría de Educación,
2018). Hay algunos temas de matemáticas que se introducen
o enseñan en secundaria cuyo aprendizaje en gran medida
depende de la forma como se tratan y el lenguaje que se
utiliza, así como la construcción de los conceptos
involucrados en ellos.
Un estudio realizado por el Consejo Universitario de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en
2014 encontró que el índice de reprobación de los
estudiantes en el curso de Estadística I fue de 76.92%, en el
curso de Álgebra Lineal Numérica fue de 71.43% y en
Matemática I fue de 76.47% (Presencia Universitaria, 2014).
Estos hallazgos son alarmantes y se debe tomar acciones no
solo para mejorar la estadística, sino para mejorar la calidad
educativa.
Talleres de matemática en la semana cero con
el fin de potenciar el rendimiento académico
Algunas causas de deserción y reprobación por los
alumnos en el primer año son el incremento de las
exigencias académicas y el impacto emocional que genera
el abrupto cambio de educación media a educación superior.
A esto se suma, las falencias de la calidad educativa de los
centros educativos privados y públicos de Honduras.
La semana cero marca una pauta para los nuevos
estudiantes universitarios, ya que brinda una introducción a
la nueva vida estudiantil. Asimismo, los estudiantes se
familiarizan con los servicios de apoyo disponibles y las
herramientas de Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones (TIC) para el desarrollo de sus actividades
académicas. En este marco, se debe diseñar un programa
formativo con talleres de matemáticas en los cuales se
apliquen pruebas diagnósticas de álgebra elemental que
permitan identificar el nivel de conocimiento previo del
estudiante.
En base a los resultados obtenidos, se puede brindar un
curso de nivelación a los alumnos que presenten
deficiencias, así como la dotación de los conocimientos
necesarios a los alumnos que comienzan sus cursos
introductorios de matemáticas. La semana cero se puede
impartir al principio del curso y antes del inicio de las clases,
con el doble objetivo de evitar dificultades insalvables por
carecer de base y homogeneizar los conocimientos de los
estudiantes (Ramírez García et al., 2018).
El proceso de nivelación sumado al compromiso de los
estudiantes generará el desarrollo de habilidades que
permitirán aumentar las oportunidades de éxito en sus clases
de matemática universitaria, indistintamente de sus
condiciones de ingreso y formación académica. Los cursos
pueden fortalecer el conocimiento previo de matemática
inicial de los alumnos, afianzando conceptos básicos que ya
han visto o que nunca estudiaron por falencias educativas en
sus centros de educación media. Un adecuado manejo de
este curso ayudará a potenciar el progreso y los resultados
finales de las asignaturas con contenidos matemáticos.
La implementación de un taller de matemática en la
semana cero permitiría:
• Identificar el nivel de conocimiento previo del alumno
mediante la aplicación de pruebas diagnósticas.
• Indicar al alumno temas de mayor reforzamiento, los
cuales se darán en el taller. En caso de ser necesario, se
complementaría con tutorías adicionales una vez
identificadas las falencias de conocimiento.
• Desarrollar actividades que permitan dominar
contenidos, conceptos y procedimientos matemáticos.
• Reducir el porcentaje de deserción generado por falta de
comprensión de los temas.
El taller se impartiría de forma virtual con mediación
presencial. Su temática estaría centrada en los siguientes
conceptos (Figura 1).
Figura 1. Temáticas de la semana cero.