El vuelo de la alondra de Mario Bencastro
DOI:
https://doi.org/10.5377/koot.v0i10.6706Palabras clave:
Literatura, Arte, PinturaResumen
En esta intrigante novela el autor combina su experiencia de pintor con su inventiva literaria para ofrecernos una “ficción pictórica”, en que la realidad y el arte convergen formando un mundo alucinante.
Un experto en arte, Marc Douanier, es enviado a San Salvador por una subastadora de París para adquirir la obra de un artista local, que la crítica internacional califica como “magistral expresión del realismo fantástico del nuevo mundo” y está siendo solicitada por importantes galerías, museos y colecciones privadas que incrementan rápidamente su valor monetario.
Para llevar a cabo su misión el experto debe sortear situaciones extrañas como pinturas robadas y falsificadas, y sectas secretas que dificultan su tarea, encima de que el país del artista se encuentra en una convulsión política y social que le recuerda la histórica revolución francesa que conmocionó a su propia tierra hace siglos.
Marc Douanier trae el especial encargo de comprar una pintura del artista salvadoreño para la colección del Museo de Louvre, pero antes debe resolver un misterio: ¿Por qué los cuadros quedan en blanco? ¿Qué sucede con los personajes de las pinturas? ¿Se escapan ellos de su prisión de colores siguiendo al pueblo que lucha por liberarse de un opresivo sistema?
El lema de Benjamín Cañas “Pinto la realidad como yo la imagino” colorea estas páginas, y sus personajes pictóricos cobran vida en este mural novelesco. “Benjamín Cañas fue un virtuoso, un pintor inédito, reflexivo, que dejó una herencia al arte latinoamericano y al mundo.” –Bélgica Rodríguez, Directora del Museo de Arte de las Américas, Washington DC, EEUU, (1988-1994).
Descargas
824