TRADUCCION
La Declaración de Sídney: Revisando
la esencia de la ciencia forense
a través de sus principios fundamentales
Luis
Jiro Suzuri Hernández1:https://orcid.org/0000-0003-3044-7674
Alexa Villavicencio
Queijeiro2:https://orcid.org/0000-0002-0733-6856
Universidad Nacional Autónoma de México, Escuela Nacional de
Ciencias Forenses,1Unidad de Docencia, 2Laboratorio de
Genética Forense, Ciudad de México, México.
Valeria
Alexandra Alonzo* Vaalonzo00@gmail.com
*Traductora
y revisora
Correspondencia a: alexa.villavicencio@enacif.unam.mx
PALABRAS CLAVE
Trazas,
Principios, indicios, Contexto, Asimetría temporal, Incertidumbre, Ética,
Pensamiento crítico, Razonamiento lógico.
KEYWORDS
Trace,
Principles, Signs, Clues, Context, Time asymmetry, Uncertainties, Ethics,
Critical thinking, Logical reasoning.
CITAR COMO
Suzuri Hernández LJ, Villavicencio Quijeiro
A.
Traducción de: La Declaración de Sídney: Revisando la esencia de la ciencia
forense a través de sus principios fundamentales Rev. cienc. forenses
Honduras. 2024; 10(2):
23-48 .doi:10.5377/rcfh.v10i2.20378
HISTORIA DEL ARTÍCULO
Recepción: 22 -11- 2024
Aprobación: 28
-11- 2024
DECLARACIÓN
DE RELACIONES Y/O ACTIVIDADES FINANCIERAS, COMERCIALES, CONFLICTOS
DE INTERÉS
Ninguna
En virtud de la
importancia que, para la comunidad forense, tiene la perspectiva de las ciencias
forenses planteada en el artículo publicado por Roux y Col. 2022, la Editora de
la RCFH, considero importante traducir al español este trabajo y ponerlo a
disposición de nuestros lectores.
Este artículo es
la traducción al español del documento original en inglés, titulado: “The Sydney Declaration
– Revisiting the essence of forensic
science through its fundamental principles”,
escrito por Claude Roux, Rebecca Bucht, Frank Crispino, Peter De Forest, Chris Lennard,
Pierre Margot, Michelle D. Miranda, Niamh NicDaeid, Olivier Ribaux, Alastair Ross y Sheila Willis, y publicado en la revista Forensic Science International,
volumen 332, año 2022, cuyo original está disponible en:
https://doi.org/10.1016/j.forsciint.2022.111182
La traducción
fue realizada en marzo del 2024 por Luis Jiro Suzuri
Hernández y Alexa Villavicencio Queijeiro, de la
Escuela Nacional de Ciencias Forenses de la Universidad Nacional Autónoma de
México, y fue revisado, editado y corregido por la Licda. Valeria Alexandra
Alonzo Matamoros egresada de la Carrera de Lenguas Extranjeras, de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Se agradece a
Claude Roux, por brindarnos su autorización para publicar la traducción al
español en nuestra revista.
PUNTOS
CLAVE•
• La Declaración de Sídney retoma la esencia de
la ciencia forense.
• Una definición y siete principios fundamentales
proporcionan una base fundacional renovada.
• El rastro es fundamental como vestigio o
remanente de una actividad investigada.
• Se enfatiza la naturaleza retrospectiva y
basada en casos de la ciencia forense.
• Los principios sustentan la práctica y guían la
educación y la investigación.
RESUMEN
En comparación a otras disciplinas, no existe un entendimiento común ni
una aceptación generalizada sobre la esencia, propósito y principios
fundamentales de la ciencia forense. Estos cimientos han sido olvidados, aunque
muchos de sus predecesores los consideran como algo crítico para el avance de
la disciplina. La Declaración de Sídney pretende revivir la esencia de la
ciencia forense a través de las bases fundamentales, más allá de las
instituciones, tecnicismos o protocolos.
Aborda el concepto de ciencia forense y sus principios fundamentales,
destacando el papel crucial del indicio como remanente de una actividad
investigativa. La declaración de Sídney discute también elementos críticos,
englobando el trabajo de un forense tal como el contexto, la asimetría del
tiempo, las ambigüedades, un amplio conocimiento científico, la ética, el
pensamiento crítico, y el pensamiento lógico. Se ha debatido sobre si los
principios propuestos deben respaldar la práctica de ciencias forenses y guiar
su formación e investigación. Finalmente, se beneficiará la ciencia forense en
su totalidad para ser más relevante, efectiva y confiable.
ABSTRACT
Unlike other more established disciplines, a shared understanding and broad
acceptance of the essence of forensic science, its purpose, and fundamental
principles are still missing or mis-represented. This foundation has been
overlooked, although recognized by many forensic science forefathers and seen
as critical to this discipline's advancement. The Sydney Declaration attempts
to revisit the essence of forensic science through its foundational basis,
beyond organizations, technicalities or protocols. It comprises a definition of
forensic science and seven fundamental principles that emphasize the pivotal
role of the trace as a vestige, or remnant, of an investigated activity. The
Sydney Declaration also discusses critical features framing the forensic
scientist’s work, such as context, time asymmetry, the continuum of uncertainties,
broad scientific knowledge, ethics, critical thinking, and logical reasoning.
It is argued that the proposed principles should underpin the practice of
forensic science and guide education and research directions. Ultimately, they
will benefit forensic science as a whole to be more relevant, effective and
reliable.
1.-INTRODUCCIÓN
La
ciencia forense es vista como el pilar del sistema de justicia criminal. Esta
perspectiva es contrastada por el debate continuo y significativo sobre su
efectividad y confiabilidad que se ha desarrollado en la última década1-4.
Temas críticos que han sido identificados y son los más discutidos incluyen
tareas atrasadas5, control de calidad6-9, la mitigación
de sesgos10,11, la evaluación de evidencia y su difusión 12-15.
Diversas
soluciones parciales se han propuesto a lo largo de los años; sin embargo, la
ciencia forense se mantiene en un constante estado de crisis16-19.
Esta crisis puede ser parcialmente explicada, por el hecho que muchos problemas
han sido presentados a partir del enfoque organizacional (legal o de diferentes
disciplinas científicas) en vez de tener el enfoque de la disciplina de la
ciencia forense. El asumir que los aspectos organizacionales son importantes es
indiscutible. Sin embargo, como lo explicó Roux y Col.20, los
‘medios’ y los ‘procesos’ “... dependen en gran medida de las estructuras
políticas y legales locales, que esencialmente cambian entre los países, las
jurisdicciones y organizaciones, lo que dificulta identificar y consensuar las
medidas que son ‘universales’ y efectivas a largo plazo”. En otras palabras, el
debate hasta ahora ha ignorado el propósito general de la ciencia forense y su
objeto fundamental de estudio primando los aspectos organizativos y mecánicos
de la práctica. Es tiempo de superar esta limitante, que ya fue identificada
por Kirk 21, hace 60 años:
Con todo el progreso
que se ha hecho en el área, un análisis detallado muestra que el progreso ha
sido mayormente técnico más que fundamental, práctico más que teórico, transitorio
más que permanente”
La
reflexión actual se centra en si se necesita una comprensión sólida de la
esencia, caracterización y conceptualización de la ciencia forense y si está lo
suficientemente condensada para desarrollarse en una disciplina específica.
Estos principios pueden ser críticos para el desarrollo del área, incluyendo la
educación, el entrenamiento, la investigación y el desarrollo y práctica
operacionales. Muchos autores han discutido estas interrogantes16, 21-27.
Sin embargo, a diferencia de otras disciplinas falta un entendimiento común y
una amplia aceptación de la esencia de las ciencias forenses, y sus objetivos,
propósito y principios fundamentales. Por estas razones, dieciséis científicos
forenses comenzaron hace unos años una reflexión que apunta a definir la
ciencia forense y su esencia de tal forma que los principios fundamentales sean
tan concisos y precisos como sea posible.
Este
trabajo presenta el resultado de este proyecto titulado la Declaración de
Sídney, que fue inspirado por la Declaración de Ne’urim1.
La
Declaración de Sídney presenta una definición de ciencia forense y siete
doctrinas fundamentales en la forma de principios, a fin de articular la naturaleza
y los fundamentos de esta disciplina bajo un marco común, que abarca desde la
definición de la ciencia forense, la investigación del crimen o un evento de
interés público, hasta la publicación de los descubrimientos. Los siete
principios son:
Principio 1:
La
actividad y la presencia producen indicios que son vectores fundamentales de
información.
Principio 2:
La
investigación en un lugar de interés forense es una tarea científica y
diagnóstica que requiere del conocimiento y habilidad de un experto científico.
Principio 3:
La
ciencia forense se basa en casos y recurre al conocimiento científico, la
metodología de la investigación y el razonamiento lógico.
Principio 4:
La
ciencia forense implica la evaluación de los hallazgos en su contexto debido a
la asimetría temporal.
Principio 5:
La
ciencia forense lidia con una serie continua de incertidumbres.
Principio 6:
La ciencia
forense es multidimensional en sus propósitos y contribuciones.
Principio 7:
Los
hallazgos de la ciencia forense adquieren significado en el contexto.
Inicialmente,
se reconoce que algunos profesionales forenses puedan encontrar difícil
dimensionar cómo estos principios se aplican en su trabajo, especialmente para
aquellos que ejercen en subdisciplinas especializadas, frecuentemente
consideradas como “fuera de la criminalística” o “no criminalísticas” 2, y cuyas tareas cotidianas los definen primordialmente
como “analistas” o “técnicos”. Por ejemplo, los químicos forenses que
frecuentemente identifican y determinan la pureza de las de drogas que
analizan. Su función esencialmente es la de un químico analista. Desde esta perspectiva, puede ser difícil
para ellos ver el valor e impacto total de la Declaración de Sídney. Sin
embargo, cuando se adopta el enfoque del análisis de drogas ilícitas como un
problema holístico, la relevancia del concepto expresado en este trabajo se
hace más evidente, ya que además de contestar las regulaciones e
investigaciones meramente funcionales, el análisis forense de drogas puede (y
debe) contribuir a un mejor entendimiento del amplio problema del tráfico de
drogas. Los ejemplos incluyen la contribución del análisis en:
· Identificar y
monitorear los “puntos calientes” por medio de las pruebas rápidas de campo.
· Detección y
seguimiento del surgimiento de nuevas mezclas de drogas mediante el análisis de
incautaciones realizadas en la
· calle, así como el análisis de la
parafernalia usada (por ejemplo, jeringas desechadas o intercambiadas)
· Desciframiento del
mercado ilícito o de una red criminal por medio de elaboración de perfiles de
drogas y el análisis del mercado virtual de estas.
Ejemplos
similares se podrían hacer sobre otras subdisciplinas, sin embargo, no es el
objetivo ni alcance de este documento profundizar más en este tema 3. En este trabajo, se comparte la reflexión de la comunidad
internacional de las ciencias forenses para ahondar en su diseminación,
aceptación e impacto. Siendo uno de los objetivos incentivar a tomar un paso
atrás e integrar los cambios recientes que son difíciles de visualizar u
operacionalizar dentro de la estructura estándar del laboratorio. Los ejemplos
incluyen la descentralización de técnicas, y de forma más general, muchas otras
transformaciones digitales de los procesos y de los crímenes mismos.
Los laboratorios de ciencias forenses
pueden beneficiarse de tal estructura conceptual que ayudará a adaptarse a
nuevas realidades. Damos la bienvenida a cualquier pensamiento o comentario de
esta comunidad
2.-LA DECLARACIÓN DE SIDNEY
La Declaración de Sídney es presentada en los siguientes apartados4,
seguido con anotaciones y comentarios para ayudar al lector a apreciar el
mensaje fundamental transmitido por la declaración y su impacto potencial en la
práctica y enseñanza de la ciencia forense.
Definición
de la ciencia forense
La
ciencia forense es una actividad orientada a la investigación de casos
individuales o múltiples que utiliza los principios de la ciencia
para estudiar y comprender indicios —los vestigios o remanentes de
actividades que ocurrieron en el pasado (como la presencia y las acciones
de una persona)— a través de su detección, reconocimiento, examen e
interpretación, con el fin de comprender eventos anómalos de interés
público (por ejemplo, delitos, litigios e incidentes de seguridad.
En
esta definición aparentemente sencilla, subyace una situación muy compleja con
múltiples factores no controlados y que afectan el enfoque de ciencia forense.
El primer factor es el
“caso”, que puede ser legalmente definido como crimen o evento
específico por el primer afectado (o acusador/víctima, etc.) ya sea por
declaraciones o por la impresión general dada por la situación.
A
pesar de varias grabaciones que puedan ayudar a proporcionar una línea de
tiempo y esclarecer aspectos del evento o caso, es poco probable que un evento
se pueda reconstruir de manera exacta como ocurrió.
El
primer corolario es que el caso o evento no es un experimento que se puede
repetir y obtener nuevamente los resultados.
El
segundo corolario es que el evento sucedió en el pasado, o aún está en curso
(in flagrante delicto). Por tanto, el tiempo entre el
evento y su investigación es un factor importante en la pérdida de información
(ya sea física, digital o basada en la memoria).
Indistintamente
de lo que pasó, los científicos forenses comienzan su investigación utilizando
información circunstancial (¿Por qué el evento se definió como tal? ¿Cuáles son
las declaraciones de lo sucedido? ¿Hay información fáctica como la posición de
los objetos, cuerpos, etc.?). Todos estos elementos guían las observaciones,
las búsquedas de trazas/vestigios/, remanentes/indicios relevantes que puedan
contradecir o modificar la información inicial bajo una nueva perspectiva, o,
al contrario, ayuden a delinear y corroborar el entendimiento del caso.
Debe
enfatizarse que para fines de este planteamiento “traza” no es definido como
“algo muy pequeño al límite de la sensibilidad de las herramientas analíticas”
como los químicos conceptualizan los indicios traza, el indicio puede ser tan
grande como un megalito o tan pequeño como la partícula residual de una bala, o
incluso una señal invisible que solo puede ser detectada por medio de
herramientas físicas o digitales.
El
aspecto de ‘orientado a la investigación’ de la definición de la ciencia
forense refleja el hecho que no se conoce con certeza la verdad del evento;
puede ser sugerida, una víctima puede afirmarlo, pero la realidad es que solo
el autor o autores, cuyas actividades dieron lugar a la investigación, conocen
o saben la verdad.
Por
ejemplo, en historia, se considera a la escritura como un fragmento confiable
sobre los eventos (pero se sabe que la historia puede ser reescrita muchas
veces o que puede ser distorsionada por el enfoque del o los escritores, y los
hechos pueden ser reconstruidos por medio de los residuos históricos (rocas,
madera, cerámica, restos óseos, etc.) que pueden no encajar con los textos
históricos. La ciencia forense busca tales residuos, indicios, que son
supuestamente contemporáneos con el evento y por su realidad física, pueden ser
analizados, medidos y comparados. Todas las mediciones, los análisis y
comparaciones pueden no dirigir una descripción única o definitiva de los
eventos y sus protagonistas, pero el hecho que hayan sido encontrados en
ciertas posiciones, o en algunos objetos en particular, etc., pueden limitar el
número de causas posibles y una explicación puede adquirir más peso para la
investigación.
La
ciencia forense utiliza observación, análisis, y entendimiento para interpretar
lo encontrado a la vista de tantas proposiciones relacionadas con el caso. Es
conocimiento por medio de descubrimiento y prueba científica.
Un
corolario final de esta definición es la necesaria proximidad del científico
forense al lugar de los hechos -ya sea porque esta físicamente alejado de la
escena o que no esté presente en las etapas iniciales de la investigación (en
las que la evaluación y recolección de rastros la realiza un tercero con cierto
grado de entrenamiento)- lo que introduce factores que van más allá
de la pérdida de información primaria, es decir, el tiempo y la
distancia se combinan para limitar el potencial que ofrece la ciencia forense.
La
definición destaca dos resultados esenciales que la ciencia forense puede
ofrecer: la identificación y la descripción de actividades; que pueden vincular
una fuente, con un determinado resultado y cuya relación causal puede ser un
elemento convincente para quien toma decisiones.
La
relación causal es particularmente útil en casos reincidentes de delincuentes
seriales o vinculados (de ahí la referencia a “basada en múltiples casos” en la
definición). Por último, esta ciencia no es predictiva (como en física, donde
un resultado puede predecirse al realizar un experimento) sino retrodictiva, ya que ofrece posibles explicaciones para la
presencia de “rastros” relevantes, previamente detectados.
Esta
definición y las complejas situaciones que en ella subyacen, permite el
desarrollo de los siguientes principios fundamentales de la ciencia forense:
La
relación causal es particularmente útil en casos repetitivos por delincuentes
vinculados o seriales (esta es la referencia para casos múltiples en la
definición). Finalmente, esta ciencia no es predictiva (como en la física, en
el cual un resultado puede ser predecido cuando se hace
un experimento) pero es predicción retrospectiva, dando explicaciones
potenciales para la presencia de indicios relevantes.
Esta
definición y la situación muy compleja que subyace permite el desarrollo de los
siguientes principios fundamentales.
Principio 1: La actividad y la presencia producen indicios que son
vectores fundamentales de información
Un presupuesto de las investigaciones que recurren a la ciencia forense
es que cualquier actividad deja rastros (Indicios). Algunas veces, estos se
dejan en el lugar donde se realizaron las actividades; en otras ocasiones, se
retiran (según el principio de intercambio de Locard). La naturaleza de la
actividad influye en los tipos de elementos que se intercambian, y en cómo y
dónde se dispersan en el entorno. Estos elementos, remanentes de la actividad
que se investiga, son los indicios. El indicio es un vector de información
capaz de ser detectado, examinado e interpretado.
La trazabilidad de las actividades humanas está cambiando rápidamente en
nuestro entorno digitalizado (es decir, que combina lo físico y lo digital). El
papel de la ciencia forense es, por lo tanto, cada vez más relevante para
estudiar eventos de interés público que, a su vez, están en proceso de
transformación.
El dogma central para definir la ciencia
forense es que los indicios son los componentes fundamentales del registro
físico o digital de un evento o una secuencia de eventos. El indicio es un
vestigio o remanente, de una actividad investigada 29. Como
vestigio, el indicio indica una presencia o acción anterior, lo cual significa
que enlaza a lo que una vez fue asociado (fuente) y los medios que fueron
dejados (actividad). Previo a la recolección y el análisis de laboratorio del
indicio, el detectar es un componente clave de cualquier investigación. Y para
poder detectar los indicios de manera efectiva y asignarles un significado, el
científico forense debe considerar la creación de ese indicio. La creación del
indicio tiene varios componentes importantes que deben ser considerados por el
científico forense en la escena. Esto incluye la naturaleza de la fuente, la
naturaleza del indicio, el ambiente, el mecanismo de intercambio
(transferencia), persistencia, y tiempo (para una descripción detallada de la
creación del indicio, su descubrimiento y relevancia consulte Hazard &
Margot)30. Hacer las preguntas adecuadas es crítico en las etapas
iniciales de una investigación, tales como ¿Cuál es la naturaleza del indicio?;
¿Dónde se encuentran estos indicios?; ¿A qué evento(s) indica o apunta este
indicio?; y ¿Cuál es su valor? y para hacer preguntas de reconstrucción más
complejas: ¿Quién?, ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Cuándo?, ¿Con qué? y ¿Cómo? Asimismo, las
preguntas anteriores requieren contexto y un mayor conocimiento del crimen y el
comportamiento criminal.
Comprender los movimientos de las entidades que generan rastros (por
ejemplo, una víctima, perpetrador, objeto) dentro de la escena que podrían poseer información, que tipo de
indicios pueden ser depositados, su ubicación potencial y sus características. La referencia de un mecanismo de
intercambio muestra una conexión al Principio de intercambio de Locard, el cual
dice:
“La
verdad es que nadie puede actuar con la intensidad requerida para la actividad criminal
sin dejar señales múltiples de su paso ... Los tipos de evidencia que quiero
mostrar aquí son dos: a veces el criminal ha dejado en la escena señales de su
presencia, y a veces por medio de acción inversa el/ella se lo ha llevado en su
cuerpo o ropa señales de la presencia de sus actos. Dejadas o llevadas, estas
marcas son extremadamente diferentes” 31 (p. 139; traducida por
los autores).
Lastimosamente, el principio de intercambio de Locard ha perdido gran
parte de su aplicabilidad en la ciencia forense moderna al ser reducida a que
´cada contacto deja un indicio´. Esto es porque la frase reducida no toma en
cuenta la necesidad de considerar los componentes de su naturaleza y la
actividad que los indicios dejaron atrás (signos de Locard)32. En
adición, la frase abreviada no considera la regla de inferencia correcta
(proceso de abducción) que comienza de los efectos a las posibles causas, que
son esenciales para hacer la pregunta ¿qué actividades pueden haber generado el
indicio? 33.
Al encontrar, detectar y reconocer los indicios, debe asignárseles un significado. El científico forense debe tener
conocimiento del ambiente y sus indicios para distinguir efectivamente los
indicios de fondo inherentes del ambiente de aquellos que fueron generados
durante el evento en cuestión. Los elementos de la creación del indicio, el
descubrimiento, el asignar un significado, y su análisis requiere que el
científico forense reflexione en el principio de individualidad de Kirk. Cuando
es visto como un espécimen fragmentado que comparte cierta particularidad con
su fuente, “una cosa puede ser idéntica sólo consigo misma, nunca a otros
objetos, ya que todos los objetos en el universo son únicos” 21, p. 236). Al considerar
la reflexión de Kirk, el científico forense intenta moverse hacia esa rareza
por medio de comparaciones y exclusiones. Es importante notar que todo esto es
un proceso, no un fin último - el científico forense debe ser cauteloso de no
declarar como un “match” (concordancia) o
una certeza inequívoca donde no puede o no existe. Ya que el científico forense utiliza indicios para
obtener conocimiento de los eventos pasados y trabaja dentro de un margen
histórico, la naturaleza fragmentada de ambos indicios y el récord histórico
asociado previene la llegada de una certeza al reconstruir los eventos pasados.
Finalmente, como se describe en el Principio 6, los indicios alimentan
los esfuerzos inteligentes e investigativos. Los indicios, físicos y digitales,
pueden y deben jugar un papel primordial en la amplia estructura del sistema de
justicia criminal. El científico forense no debe estar enfocado solamente en la
justicia o litigación, debe preocuparse por las contribuciones potenciales en
la política, seguridad y asuntos más amplios de la justicia criminal, ambas
prácticas (como la prevención del crimen) y teorías (criminológicas).
Principio
2: La investigación en un lugar de interés forense es una tarea científica y
diagnóstica que requiere del conocimiento y habilidad de un experto científico
El
objetivo de la investigación científica en un lugar de los hechos es hacer la
reconstrucción de un evento, infiriéndola (es decir, razonando bajo
incertidumbre) a partir del estudio de los indicios que persisten. El sitio
donde ocurre un evento es aquel en el que pueden reconocerse y caracterizarse
indicios relevantes en función de su posición relativa que, a su vez, puede ser
indicativa de aspectos como secuencia, orientación e interacción. Esta
información se combina para ayudar a comprender un número limitado de posibles
explicaciones de los indicios, que necesitarán examinarse e interpretarse con
mayor profundidad como parte de los procesos de reconstrucción e
identificación. Esta complejidad requiere de una mente entrenada que cuente con
un amplio conocimiento científico, así como, con habilidades de observación y
detección robustas y competentes que pueden ampliarse mediante diversas
herramientas científicas.
La investigación y reconstrucción de la escena del crimen es una de las
actividades más retadoras y demandantes dentro de la ciencia forense 34.
Lastimosamente, la “investigación” de las escenas ha sido reducida a un
ejercicio técnico en recuperar indicios obvios (por ejemplo, huellas
dactilares, manchas de sangre), en vez de un ejercicio intelectual y analítico que
requiere interpretación científica por medio de la consideración de facetas que
van desde el evento que está bajo investigación hasta la naturaleza de los
indicios. No es suficiente el recolectar ciegamente objetos de una escena sin
considerar asuntos como su ubicación y su distribución (por ejemplo, en
relación con otros objetos), su orientación, su producción y su mecanismo de
transferencia y retención, así como su relevancia y relación con el acto mismo.
La
interpretación de indicios para reconstruir eventos presupone conocimientos y
entendimiento de la semiótica (signos), (véase Principio 3). Observar el
indicio por sí mismo no es suficiente para que ese indicio sea relevante y sea
un signo con todo su significado potencial desarrollado en semiótica 35.
El indicio existe, pero debe ser decodificado, o interpretado por un
intérprete. En otras palabras, se requiere un conocimiento de base general para
reconocer explícitamente y asignar un significado a los indicios (el evento,
así como el crimen).
Los eventos, objeto de las investigaciones forenses, usualmente se llevan a
cabo en el lugar o escena y producen un registro natural de actividades,
compuesto por rastros o indicios. Los indicios resultantes, cuando son
reconocidos, examinados e interpretados, dan mayor claridad científica al
evento que los produjo facilitando su comprensión. Los rastros son producidos y
se rigen por las leyes naturales. Por tanto, las leyes naturales limitan y
configuran su producción. Las habilidades científicas son necesarias para
maximizar la extracción de información y para desarrollar inferencias a
partir de estos. Es esencial que quien investiga la escena sea un científico
que posea un amplio conocimiento de las leyes de la naturaleza relevantes. Es
la base científica fundamental del forense la que permite la aplicación de
tales leyes naturales a la investigación y recopilación de los indicios
significativos.
El
científico forense generalista es la pieza clave en las investigaciones
científicas en la escena del crimen, que, equipado con un amplio conocimiento
científico y complementado con un conocimiento integral de la ciencia forense,
los indicios, las investigaciones criminales y el comportamiento criminal. El
científico forense generalista debe estar presente en la investigación inicial
de la escena. A pesar de los avances tecnológicos que pueden ser usados in
situ, el reconocimiento, definición e interpretación de indicios requieren
intervención humana basada en conocimiento y razonamiento científico. La
investigación y reconstrucción de la escena del crimen debe ser potestad del científico forense generalista
quien posee la formación, el entrenamiento y experiencia de conducir
investigaciones relevantes en donde el científico puede comunicarse clara y
efectivamente con las partes interesadas (por ejemplo autoridades policiales,
profesionales del derecho, etc.) su proceso analítico y metodología aplicada en
el análisis e interpretación de los indicios y su rol en la investigación
criminal amplia.
Principio 3: La ciencia forense se basa en casos y recurre al
conocimiento científico, la metodología de la investigación y el razonamiento
lógico.
Los indicios son signos y la ciencia forense emplea un proceso científico
para investigar y comprender el significado de estos signos, incluyendo sus
ambigüedades, percepciones erróneas y fortalezas. Esta actividad implica
formular preguntas relevantes (principalmente dependientes del contexto), hacer
observaciones, plantear hipótesis y ponerlas a prueba. Estas pruebas pueden
incluir mediciones facilitadas por la tecnología, pero solo como una extensión
del proceso científico. Este proceso se caracteriza por el pensamiento crítico,
el razonamiento lógico (deductivo, inductivo, abductivo y analógico), la
resolución de problemas y el juicio informado. Este enfoque se vuelve ineficaz
—y quizás incluso contraproducente— si no se aplica dentro de un marco lógico y
utilizando la metodología de la investigación que se comprenda bien.
Una vez el indicio ha sido entendido como centro de interés científico,
tal y como se describió en la definición y en los Principios 1 y 2, y
recientemente enfatizado por Ristenbatt et al. 28
y Jaquet - Chiffelle & Casey 36, se
requiere abordarlo a través del método de la ciencia forense, es decir, cómo la
ciencia participa en una investigación o una decisión jurídica. Expresando que
el método de ciencia forense es el enfoque del Principio 3 que contiene cuatro
conceptos: (1) el rol y limitaciones de las pruebas, (2) el requerimiento para
el marco lógico y una metodología investigativa, (3) descifrar los indicios
como signos y (4) la necesidad del pensamiento crítico, pensamiento lógico,
resolución de problemas y juicio informado. Estos conceptos serán discutidos
más adelante.
1.-Las pruebas pueden incluir medidas facilitadas por la tecnología,
pero tales pruebas sólo son una extensión del proceso científico. La necesidad
de los científicos para aplicar análisis y medidas confiables está fuera de duda.
Sin embargo, tales pruebas no pueden ser sustituidas por el proceso científico
mismo. Las pruebas son herramientas que son como una lupa, la prueba del
anticuerpo para COVID-19, el telescopio para el astrofísico, etc. Ellos no constituyen la ciencia o son la base
del conocimiento en el cual la prueba recae. Son una extensión de los sentidos
de los científicos para revelar las características, medidas o resultados que
se sospecha que resaltaran la información relevante. Como citó Cleland 37, “Un ejemplo es el uso de los métodos
de datación radiométricas, basadas en las leyes estadísticas altamente estables
de la teoría cuántica. Está claro, sin embargo, que las generalizaciones de
este tipo juegan un papel secundario en la investigación histórica. No son los objetivos de la investigación
histórica sino herramientas útiles prestadas de otras disciplinas para
propósitos específicos”.
(p.565-566).
La tecnología actualmente es tan refinada que, la mayor parte del
tiempo, ofrece resultados confiables (exactos y precisos). Muchas dudas
usualmente vienen de las cualidades de la variable de los indicios (sin
homogeneidad, la imposibilidad de muestreo estadístico, etc).
Es desafortunado que la mayoría de los esfuerzos se enfocan en las herramientas
en vez de mejorar el proceso desde la escena. Muchos laboratorios utilizan
normalización, acreditación y certificación para cubrir su falta de control
sobre el detectar, recolectar y su relevancia. Esto cuesta una fortuna y solo
es una solución a corto plazo, sin rumbo y que conlleva a resultados no
satisfactorios.
En esta etapa, la pregunta crítica es: ¿Es este formalismo suficiente
para respaldar las investigaciones y responder adecuadamente las preguntas de
los encargados de determinar los hechos?, ¿La ciencia forense se ha hecho más
eficiente (opuesto a confiable) desde que se ha hecho el esfuerzo en introducir
la normalización, acreditación y certificación? El punto 2 explica este reto.
2.-El enfoque de la ciencia forense es expresado como no efectivo - y
probablemente hasta contraproducente- si no es aplicado en un marco lógico y
usando una adecuada o correcta metodología investigativa muy bien comprendida.
En efecto, esto parece ser un metaproblema más
general.
En otras palabras, ¿se puede mejorar el sistema enfocándose en?:
-Métodos e indicadores de desempeño tales como la tasa de error, cuando
las incertidumbres más grandes son específicas para la situación investigada y
los indicios.
-Incrementar la complejidad por medio de control de calidad de
laboratorios validados.
Como lo expresó Goldstein 38, en su discusión sobre el fin
vs. los medios, “Todas las burocracias están tan enfocadas y preocupadas en
dirigir sus organizaciones y tan enfocadas en sus métodos de operación que
pierden de vista los propósitos primordiales por los cuales fueron creados”.
Por tanto, ¿se perdió de vista el bosque por concentrarnos tanto en los
árboles?
3.-Los indicios constituyen signos y la ciencia forense involucra un
proceso científico para
investigar y entender el significado de estos signos con sus
ambigüedades y fortalezas. Esto incluye cuestionar cosas relevantes (mayormente
dependientes del contexto), haciendo observaciones, formando proposiciones y
probando esas propuestas. El amplio propósito de la ciencia forense es ayudar a
la toma de decisiones (por ejemplo, a un jurado, un juez, un comandante
policial, un investigador o un comandante militar), para la toma de decisiones delicadas.
El que toma esta decisión debe tener la prueba suficiente sobre el pasado que
fue reconstruido (contestando las preguntas base de ¿quién, que, donde, cuando,
con qué y cómo?).
En este
enfoque casuístico o basado en el caso o tarea singular, el trabajo del
científico forense es evaluar si los indicios se convierten en pruebas para la
toma de decisiones. Este enfoque es un proceso un poco borroso, exacerbado por
el uso generalizado del término tomado del inglés; “evidencia”. El camino
indicio-signo-pista-prueba no siempre es tan evidente, pero a veces se mueve a
través de transformaciones complejas por medio del razonamiento (para ahondar
véase Crespino et al 39., por ejemplo).
Sin embargo, este enfoque llama a un reconocimiento que no se puede obviar, el
cual también es relevante para el científico, cuya su misión, se espera, sea
basada en conocimiento científico robusto y relevante.
Reconociendo
este reto, se nos invita a entender la duda ontológica de los indicios y los
límites de nuestras inferencias al ser balanceadas en la transparencia de la
posición institucional del científico forense, así como sus hábitos, sus
procesos, y sus limitantes (lo que fue llamado “el comportamiento
administrativo” por el Ganador del premio Nobel Herbert Simón).
4.-El
proceso de la ciencia forense es caracterizado por su pensamiento crítico y su
pensamiento lógico (deductivo, inductivo, abductivo y análogo, ver33).
Este último lleva a la resolución de problemas y un juicio informado. La fase
inicial no es inequívoca y puede ser vista como un flujo constante entre varios
procesos lógicos. Dados los elementos circunstanciales y leyes científicas, uno
puede decir, “si funciona de esa forma, entonces debo encontrar, observar este
resultado (indicio)”, el cual puede deducirse. Pero se puede observar un objeto
o indicio que parezca fuera de lugar y dado el conocimiento de las leyes
científicas, se puede decidir si aquello que fue observado, puede tener una
causa obvia o varias causas potenciales (unas más probables que otras),
abriendo paso a una forma de razonamiento abductiva. Esto, puede llevar a
concluir que “si el primer caso obvio es correcto, ¿hay otros indicios que
pueda encontrar? (deductivo) y si no es así, ¿existen otros indicios que la
segunda causa puedan llevar a ello?”, etc. Kwan40 concluye en su
tesis que la línea de pensamiento principal de la ciencia forense es hipotética
y deductiva (abductiva y deductiva). No obstante, en el crimen serial,
encontrar indicios comparables en dos casos sin relación aparente (pero con modus
operandi similar), el razonamiento por analogía resulta aparente. Los
procesos de razonamiento lógico o inferencial son parte de la naturaleza humana
y constituye el pilar de los descubrimientos científicos, pero estos procesos
deben ser entendidos y categorizados en la ciencia forense. Esto es porque la
ciencia forense siempre lidia con incertidumbres, como cada caso es un problema
de investigación que requiere un enfoque multifacético respaldado por un sólido
componente abductivo, el cual puede estar menos presente en otros esfuerzos
científicos.
En corto,
el principio 3 resalta que la opinión e interpretación son primero y
principalmente el significado y definición, y por ende reconoce una dimensión
semiótica en el pilar del razonamiento de la ciencia forense 39.
Principio 4: La ciencia forense implica la evaluación
de los hallazgos en su contexto debido a la asimetría temporal
En muchos casos, la calidad del indicio que es
resultado de una actividad, se encuentra incompleto, en un estado imperfecto
y/o degradado por el paso del tiempo; tales pérdidas aumentan la incertidumbre
y a menudo permiten solamente respaldar aproximaciones al evento bajo
investigación que ocurrió en el pasado. La verdad fundamental permanece en el
pasado y es, en gran medida, inaccesible. La ciencia forense solo puede
utilizarse para construir un modelo que describa un escenario dado, que se
explique en función de aquello que se observe. El contexto es, por lo tanto,
esencial. No se trata de modelos generales, sino de modelos retrospectivos
específicos que tan solo pueden ser de naturaleza inferencial. Los científicos
forenses no pueden determinar con certeza las circunstancias definitivas que
rodean a un indicio, solamente evaluar el valor relativo de los hallazgos asociados
a la luz de diferentes causas o escenarios plausibles. Tales evaluaciones deben
ser imparciales y sustentarse en el rigor científico y la transparencia.
Una de las características que definen la ciencia forense es que
concierne con reconstruir eventos o actividades pasadas. Como no es posible
regresar el tiempo, esta reconstrucción tiene que ser hecha basada en indicios
que han sido dejados atrás como resultado de esa actividad o evento de interés.
La cruda realidad se mantiene en el pasado y no puede ser visitada nuevamente.
El razonamiento es aplicado para intentar determinar las causas (eventos o
acciones) basadas en los efectos (indicios). Siempre habrá elementos de
incertidumbre asociados con la reconstrucción inherente con el razonamiento
lógico utilizado en dicha situación (véase Principios 3 y 5).
La generación de los indicios es descrita en el Principio 1. Un evento o
acción resulta en una multitud de indicios o efectos. La asimetría del tiempo
puede verse como un cono, con los efectos (indicios) siguiendo un evento
irradiando del origen (evento) con el tiempo. Antes y después del evento o
acción de interés, otras acciones o eventos irrelevantes ocurrieron también y
generaron indicios adicionales. Uno de los retos es distinguir entre los
indicios relevantes y aquellos que no son relevantes para el contexto dado. Las
acciones o eventos irrelevantes que ocurrieron después del evento de interés no
solo producen indicios adicionales, sino también pueden resultar en
modificaciones de los indicios en interés, lo cual complica aún más los asuntos
relacionados a la reconstrucción. En adición a esto, el tiempo mismo puede
resultar en una degradación o alteración de los indicios de interés
(relevantes) (esto puede llevar a metodologías precisas y exactas que
determinan que un indicio puede ser excluido de originarse de una fuente
específica - afuera de la tasa de error del método). Algunas de estas acciones
relevantes se relacionan con el trabajo sobrellevado por las primeras
respuestas y la aplicación de la ley. Cuando este es el caso, el científico
forense debe tener acceso a las descripciones detalladas de estas acciones para
que ayuden a la reconstrucción.
Los
científicos forenses no pueden determinar con exactitud las circunstancias
definitivas que rodeaban el origen de dicho indicio. Los eventos o acciones
usualmente resultan en una multitud de indicios o efectos. Como tal, en los
esfuerzos de la reconstrucción deben ser considerados una variedad de indicios,
el contexto en el cual pudieron ser generados, y como el paso del tiempo pudo
haberlos alterado y afectado. Lo que los científicos forenses pueden hacer es
construir un modelo retrodictivo para permitir que
las pruebas del valor relativo de los encuentros asociados bajo diferentes
causas o escenarios posibles. Para llegar a una narrativa coherente, los
modelos de razonamiento usados para esta reconstrucción y sus retos son
descritos en alguno de los otros principios. La ciencia forense de ninguna
manera es la única área científica que trata con esta reconstrucción de eventos
pasados. Estas ciencias son conocidas como ciencias históricas, de los cuales
algunos ejemplos incluyen la arqueología, paleontología y astronomía.
Curiosamente, como lo explicarón Cleland
y Currie, las metodologías experimentales e
históricas son diferentes; sin embargo, ninguna es superior a otra 37,
41,42.
Principio
5: La ciencia forense lidia con una serie continua de incertidumbres
La
ciencia forense lidia con una serie continua de incertidumbres que están
presentes en cada paso del proceso que comienza con la generación de los
indicios y atraviesa todas las etapas que concluyen con la comunicación de los
hallazgos, y de su valor, al destinatario previsto (ya sea en la forma de
documentos escritos o de manera oral, como cuando se presentan en un juicio).
Se necesita de la investigación para identificar y cuantificar estas
incertidumbres a sabiendas de que la incertidumbre nunca se eliminará.
Las
incertidumbres y su manejo son intrínsecas a la práctica de la ciencia forense.
Como fue explicado en el Principio 4, la cruda realidad sobre los eventos se
mantiene en el pasado (como sea que haya sido simulada por medio de la
experimentación y reconstrucción) y, además, las incertidumbres son inherentes
al razonamiento lógico utilizado en la ciencia forense (Principio 3). Las
incertidumbres existen desde el comienzo. Como fue descrito en el Principio 1,
la generación de los indicios forma el pilar para la reconstrucción de eventos
pasados. Mientras siguen las leyes de ciencias naturales para esta generación,
el indicio. Sin embargo, “incompleto, imperfecto y degradado por el paso del
tiempo, y estas pérdidas incrementan la incertidumbre o pueden apoyar solamente
las aproximaciones del evento pasado”26.
La oportunidad para: Que los indicios sean generados, la transferencia
de indicios entre ubicaciones y espacios; la persistencia de indicios en
ubicación o espacio; los indicios sean detectados y reconocidos; los indicios
sean recuperados de su ubicación o espacio; los indicios sean examinados,
analizados y comparados; y el abundante trasfondo de los indicios sea conocido;
son todos críticos ser capaz de reconstruir supuestas actividades. Sin embargo,
también son altamente variables, dependientes del contexto del caso y
primordialmente incontrolables.
Por tanto, es esencial reconocer que las incertidumbres existen en cada
paso del proceso, y no puedan ser eliminadas en su totalidad. No obstante, estas
incertidumbres pueden ser identificadas y cuantificadas por medio de
investigación y eventualmente manejadas en la práctica. No importa que tan
riguroso sea el método validado, en algunos casos puede ser necesario la
reinterpretación y re evaluación del indicio a medida que surja nueva
información o proposiciones en el marco del caso.
La investigación es esencial para determinar los límites de la
incertidumbre encontrada en la ciencia forense para que los indicios puedan ser
explotados y su potencial informativo tomado en cuenta en su totalidad,
incluyendo la interpretación y evaluación efectiva de su valor probatorio
dentro del marco de circunstancias de un supuesto escenario del evento.
Adicionalmente, la investigación es crítica para mejorar el entendimiento de la
generación del indicio, su transferencia, persistencia, degradación, el ser
detectado y reconocido. Aunque no es posible sobrellevar un proyecto de
investigación para cada caso, el cuerpo de conocimiento desarrollado por medio
del escenario de rehacer y modelar, cuando sea posible, constituye una
investigación robusta que puede ser usada para probar muchas de las
incertidumbres. La creación de conjuntos de datos de referencia, donde se
caractericen y monitoreen procedencia de las muestras, edad y/o estado de
degradación conocidos mediante metodologías analíticas, también puede ayudar a
comprender los límites de detección y ser utilizada para evaluar algunas de las
incertidumbres asociadas.
La examinación y comparación de los especímenes recuperados de la escena
del crimen, víctima, sospechoso (u otros lugares o individuos relevantes) con
referencia a muestras relevantes a la reconstrucción de supuestos escenarios
del evento es una parte primordial del proceso científico forense. Tal análisis
comparativo puede involucrar medidas objetivas bien definidas en donde las
incertidumbres pueden ser cuantificadas y validadas (por ejemplo, el análisis
de una nueva droga psicoactiva y su comparación con dicha referencia) o medidas
subjetivas donde las incertidumbres pueden ser no muy bien definidas y pueden
depender mayormente del conocimiento de un experto y su experiencia (por
ejemplo, la comparación de las marcas de las herramientas, estriaciones en
proyectiles, huellas de calzado o dactilares).
Comprender las incertidumbres asociadas con la interpretación,
evaluación y comunicación de los resultados de los análisis es también un
componente esencial del proceso de la ciencia forense. Requiere investigación
en la transferencia, persistencia, sesgo, la toma de decisión y la ciencia de
la comunicación. El resultado final para la ciencia forense es su comunicación
en las cortes, que debe ocurrir para que el evaluador de los hechos pueda
entender el valor de los hallazgos científicos y como contribuyen en sus decisiones.
Más allá de las cortes, los retos también existen cuando se comunican a
distintos usuarios y las partes interesadas de la ciencia forense, por ejemplo,
los investigadores, analistas de inteligencia, administradores policiales,
militares y oficiales del gobierno. Esta interacción con el público de la
ciencia requiere una investigación de las ontologías de la ciencia forense, así
como una investigación en la comunicación de la ciencia escrita y oral, a lo
largo de varios ajustes relevantes.
La introducción de la realidad virtual y la realidad
aumentada en la documentación y entrenamiento, así como la inteligencia
artificial, machine learning y el aprendizaje
profundo de los algoritmos como herramientas en comparación, el reconocimiento
de patrones y el proceso de la toma de decisiones se está desarrollado en
muchas disciplinas fuera de la ciencia forense y rápidamente está siendo
adoptada dentro de algunas áreas de la ciencia forense (investigaciones de ADN
y digitales). No obstante, estos avances deben ser introducidos en la ciencia
forense de tal forma que encajen en el propósito y de haga cumpliendo los
preceptos legales (véase el Principio 6). Como tal, las incertidumbres
alrededor de la generación de la información, almacenamiento, curación, clasificación,
comparación, evaluación, divulgación, así como prácticas éticas, sesgos y
riesgos en la toma de decisiones, todas estas requieren una investigación que
valide los enfoques implementados y calibre las incertidumbres asociadas. En
cualquier caso, tales enfoques no pretenden reemplazar a la intervención humana
y científica que siguen siendo necesarias.
Existe una oportunidad de reformular la cultura de la
investigación dentro y a través del panorama de la ciencia forense por medio de
interacciones interdisciplinarias entre práctica operacional e investigación
académica. Un ejemplo obvio es el desarrollar un mejor conocimiento del
comportamiento criminal para entender los indicios, y viceversa (Véase el
Principio 6). El desarrollo de ciencia abierta donde los investigadores pueden
seguir posteriormente procesos similares y su metodología para estudios
fundamentales, por ejemplo, transferencia y persistencia, habilitando el
agregar grupos de información para incrementar su poder y su utilidad es una
tarea muy significativa.
De igual forma, aceptando los enfoques de la ciencia
del ciudadano, particularmente los estudios de abundancia basal o de fondo, pueden
incrementar ampliamente el entendimiento, la interpretación, la evaluación e
impacto de los indicios mostrando incertidumbres para ser definidas y para que
las reconstrucciones precisas puedan ser hechas. Tales enfoques han sido muy
exitosos en la salud pública y los estudios de cambio climático, y son prueba
de que tales conceptos existen. Dentro de la ciencia forense, estos enfoques
están dentro del dominio, pero necesitan cohesión y liderazgo.
Principio 6: La ciencia forense es multidimensional en sus propósitos y
contribuciones
Los propósitos y las contribuciones de la ciencia forense son
multidimensionales. A través del estudio sistemático de los indicios, la
ciencia forense (1) aporta conocimiento sobre el delito, los mercados ilícitos
y diversos mecanismos que dañan o preocupan a la sociedad, (2) contribuye a la
investigación de incidentes y (3) respalda la toma de decisiones en
procedimientos legales. La ciencia forense proporciona
la base científica para el ejercicio de diversas funciones y profesiones
relacionadas con la delincuencia, la desviación de la norma y la respuesta
social a ella.
Un volumen creciente y una diversidad de rastros se producen como efecto
de la digitalización [44].
El Principio 6 enfatiza el papel de la ciencia forense en la
construcción de enfoques que permitan una gestión 'científica' sólida,
equilibrada y proporcional de esta nueva trazabilidad de eventos de interés
dentro de sistemas más amplios de seguridad y justicia penal.
El Principio 6 agrupa la multidimensionalidad de los propósitos y las
contribuciones en tres subgrupos. Son distinguidos por el marco global que guía
la interpretación, especialmente la naturaleza de las inferencias y decisiones
en diferentes procesos con distintos objetivos.
En la expresión dominante de la ciencia forense, los indicios son
mayormente explotados por apoyar la toma de decisiones en procesos legales
(propósito 3 del Principio) cuando una proposición bien formulada condiciona su
evaluación. Esta perspectiva se extiende a todo tipo de regulaciones de
actividades humanas por medio de normas y leyes (más allá de la persecución
legal). Sin embargo, como explican Baechler et al.45,
el juicio se encuentra al final de un proceso investigativo penal multifacético
que comienza cuando se perciben indicios de que ha ocurrido un evento de
interés.
Una vista
detallada de las prácticas forenses (propósito 2) revela que solo una fracción
de los indicios recolectados en la escena del crimen termina en una corte de la
justicia 46. La mayor parte de la información presentada es
utilizada previamente en el proceso investigativo. Se guían las operaciones
dependiendo de los objetivos, tales como establecer la veracidad del crimen,
identificando, localizando y arrestando el/los presunto(os) perpetrador(es),
entrevistando testigos y sospechosos, y guiando múltiples búsquedas. Cuando una
investigación comienza, se sabe muy poco del caso. En la confusión (entropía)
que caracteriza la situación, el procesamiento de los indicios es
primordialmente cualitativa, un factor de imaginación y asociación de ideas.
Pretende desarrollar explicaciones alternativas que constituirán
progresivamente un marco para estructurar las investigaciones. Más allá de los
científicos forenses, muchos participantes contribuyen a través del compromiso
colectivo a integrar el conocimiento de la información. Deben cumplir con las
reglas legales y de procedimiento y sus limitaciones pragmáticas tales como
líneas del tiempo y recursos disponibles de forma limitada.
La
investigación y evaluación forense (los propósitos 2 y 3, respectivamente) se
complementan, pero deben ser combinados con diferentes paradigmas y culturas
(investigación y justicia policial). Sin embargo, la mejor forma de fortalecer
la parte evaluativa de la interpretación es capitalizar una sólida
investigación forense desde sus inicios 47.
La
ciencia forense puede conjugarse con varios de los modelos policiales más allá
del enfoque reactivo y tradicional de los procesos legales (propósito 1), Los
estilos proactivos policiales (guiados por inteligencia u orientados en el
problema) apuntan a la prevención del crimen, reducción de eventos dañinos para
descifrar los patrones criminales. La interpretación de los indicios puede
apoyar significativamente la detección y análisis de problemas repetitivos, por
tanto, apoyando las iniciativas de prevención criminal con el amplio sistema de
justicia criminal. Este tipo de integración es formalizada e implementada de
forma operacional en una creciente variedad de análisis de sistemas criminales.
Las ilustraciones existen, por ejemplo, en las áreas de un alto volumen
criminal, crimen cibernético, varios mercados ilícitos, el uso de armas de
fuego, causas comunes y el origen de los incendios, o el fraude de documentos
de identificación 48,49.
De forma
más general, la interpretación de los indicios ayuda a descifrar los mecanismos
encubiertos en muchas formas criminales y eventos dañinos llevadas a cabo en
ambientes físicos y digitales, infraestructuras computarizadas. Es, entonces,
evidente que muchas de las teorías criminalísticas pueden ser combinadas (por
ejemplo, criminología ambiental) con un enfoque basado en indicios para
producir nuevos métodos y modelos para estudiar el crimen y el desorden, por
tanto, establecer la ciencia forense como un contribuyente a la prevención y
análisis del crimen (para una discusión más detallada de cómo la ciencia
forense se encuentra con la criminología por medio de la inteligencia forense
vea Rossy Q et al 50.
Principio 7: Los hallazgos de la ciencia forense adquieren
significado en contexto
Los
científicos forenses deben actuar éticamente y con imparcialidad, transparencia
e independencia para garantizar la fidelidad a su disciplina y que la información
que proporcionan para el posible esclarecimiento de la actividad bajo
investigación sea útil y confiable, independientemente de quién se beneficie
con la información. Los científicos forenses deben defender sus resultados y
opiniones como aptas para sus fines, reconociendo, no obstante, cualquier
otra
alternativa plausible. Al evaluar los hallazgos, cuando menos dos proposiciones
alternativas
deberían
tenerse en consideración.
Los
hallazgos de la ciencia forense adquieren significado en el contexto, en lugar
de tener un valor intrínseco por sí mismos. Este principio tiene profundas
implicaciones y no es universalmente aceptado por la comunidad científica en
general, ni por los actores clave de la ciencia forense, como abogados y
agentes del orden.
Es útil
investigar por qué esto puede ser así. Los hallazgos de la ciencia forense
desempeñan un papel fundamental en los procedimientos judiciales y, a menudo,
se aceptan erróneamente como definitivos por sí mismos. Esta visión errónea
ignora el impacto del contexto. La perspectiva extrema sostiene que los
científicos que producen tales hallazgos deben estar aislados de toda
información para evitar sesgos. Sería absurdo ignorar la existencia de sesgos.
Aun así, los científicos forenses deben separar los impactos de la información
sesgada, que se puede evitar, de la información contextual, que es vital para
dar significado a los hallazgos. La renuencia a aceptar el impacto del contexto
puede confundir la información irrelevante, que causa sesgo, con la información
contextual necesaria para generar significado.
El
científico necesita una ética sólida para distinguir entre estas dos fuentes de
información y, sobre todo, debe evitar interpretar sus hallazgos a conveniencia
del receptor de la información. La información, incluyendo el impacto del
contexto, debe ser la misma independientemente de quién sea el receptor. El
científico debe defender sus interpretaciones y estar dispuesto a aceptar
alternativas razonables. Aunque fácil de decir, este enfoque es mucho más
difícil que repetir los hallazgos de forma aislada.
La
responsabilidad ética del científico es mantener la competencia, lo que incluye
mantenerse al día con el impacto del contexto en los hallazgos. Por lo tanto,
la transferencia, la persistencia y la información de fondo son parte esencial
de la base de conocimientos de un científico forense al entregar resultados. El
científico debe ser transparente en su comunicación y capaz de articular cómo
llegó a sus conclusiones, incluyendo el uso de información contextual para
fundamentar su interpretación. El científico forense rara vez trabaja solo. En
la fase de investigación, el científico forense presenta hallazgos que pueden
ser incluso especulativos (dentro de los límites permitidos por las leyes de la
naturaleza) y puede colaborar con el investigador para explorar el efecto del
contexto. En la etapa de evaluación, cuando el científico asesora al
responsable de la toma de decisiones, es vital que el efecto del contexto se
transmita con claridad. El científico forense ético debe ser equilibrado e
independiente. Esto no excluye la colaboración con otros, pero sus hallazgos
deben basarse en conocimientos y datos científicos. Si bien los principios se
mantienen constantes, el conocimiento y los datos se actualizan continuamente.
La información contextual de la investigación también es susceptible de
cambios, lo cual representa un reto para el científico forense, tanto para
mantener su independencia como para comunicar sus hallazgos. Considerar la
probabilidad de hallazgos en al menos dos escenarios alternativos es el marco
para lograrlo.
3. DEBATE GENERAL Y
COMENTARIOS FINALES
Como se
indicó en la introducción, la Declaración de Sídney se concibió como un tema
central de la 22.ª Reunión de la Asociación Internacional de Ciencias Forenses
(IAFS 2020) en 2020. Cuando "¿Hacia dónde vamos?" (¿Qué hacemos
ahora?) se convirtió en el tema de la IAFS 2020, se pensó en minicumbres para cada subdisciplina, de modo que cada una
pudiera establecer objetivos y prioridades para el futuro. Esta fue una
iniciativa importante. Sin embargo, al pensar en la ciencia forense de forma
más integral, la pregunta obvia al abordar el tema "¿Qué hacemos
ahora?" fue: ¿tenemos una comprensión sólida del "aquí"?
Por
ejemplo, ¿sigue siendo relevante la definición clásica de ciencia forense como
"la aplicación de métodos y técnicas científicas a asuntos que investiga
un tribunal" cuando la necesidad y la oportunidad han ampliado
significativamente el alcance de la disciplina, desde los tribunales hasta el
ámbito policial y de seguridad, incorporando tanto la investigación como la
inteligencia; desde la resolución de delitos hasta la disrupción y la
prevención del delito, y la reducción del miedo público a la delincuencia? ¿Es
este el punto de partida?
Existen
principios científicos, pero ¿existen principios equivalentes y claramente
articulados para la ciencia forense? ¿Es este el punto de partida?
¿Se
requiere un cambio de paradigma? Roux et al 51. sugirieron que, si
bien puede que no sea necesaria una revolución de tipo kuhniano
en este momento, «…un futuro positivo requiere sin duda repensar el paradigma
forense y revisar los principios fundamentales de la ciencia forense» (p. 8).
Al considerar este pensamiento con más detalle, ¿cómo podría ser este punto de
partida?
El camino
a seguir debe ser ambicioso y, a diferencia de ahora, no centrarse en la
organización, los tecnicismos ni los protocolos; y, fundamentalmente, debe
existir una comprensión global compartida de la ciencia forense y sus principios.
A su vez, los principios deben orientar la educación, la formación, la
investigación y las prácticas operativas. También deben fomentar el desarrollo
de una cultura de la ciencia forense —en lugar de una cultura principalmente
tecnológica— unificada por el propósito y los principios, más que por los
medios20. Por ejemplo, un enfoque debería ser educar a los
científicos forenses, ante todo, como científicos y no como técnicos, y
garantizar que incluso los científicos forenses especializados tengan una base
en el enfoque generalista de la ciencia forense.
Ya es
historia que la COVID-19 interrumpió la IAFS 2020, pero se acordó que el tema
"¿Qué es lo que pasa con la gente?" se trasladaría a la IAFS 2023. Se
decidió que la Declaración de Sídney se lanzaría antes de la IAFS 2023 mediante
un evento virtual de la IAFS el martes 18 de mayo de 2021. La respuesta global
a este evento fue significativa, con 1177 inscripciones de 91 países. Más de
550 delegados se conectaron al evento en vivo y se enviaron 133 preguntas.
Eminentes oradores de todo el mundo presentaron y explicaron la definición
propuesta y los siete principios propuestos.
En el
evento virtual, quedó claro que la ciencia forense tenía que lidiar con la
incertidumbre (Principio 5), y que siempre estaría con nosotros. Sin embargo,
con la definición propuesta y los siete principios, finalmente se ha
establecido una dirección para gestionar mejor las incertidumbres. La
naturaleza diversa de los fundamentos de la ciencia forense, los rastros
(Principio 1) y su investigación, exige la aplicación de la ciencia desde el
inicio de cada investigación —en la escena del crimen (Principio 2)— y a lo
largo de todo el proceso de la ciencia forense, utilizando un razonamiento
lógico adecuado (Principio 3). El contexto es fundamental (Principios 4 y 7),
al igual que el requisito de actuar con ética, imparcialidad, transparencia e
independencia. Deben reconocerse alternativas, pero lo que sea científicamente
defendible debe defenderse con firmeza. El Principio 6 reconoce la diversidad
actual y creciente de las aplicaciones de la ciencia forense y su impacto al
abordar problemas sociales más amplios.
¿Quién
necesita saber esto? Se trata de los administradores de la ciencia forense, la
policía, la profesión jurídica, académicos y estudiantes, y, posiblemente, y
más importante aún, los profesionales de la ciencia forense, ya sea el
investigador de la escena del crimen en Catherine, Territorio del Norte,
Australia; el perito en huellas dactilares en Medicine Bow,
Wyoming, EE. UU.; el analista de drogas en Windhoek, Namibia; el analista de
ADN en Quito, Ecuador; el perito en pruebas de rastros en Tallin, Estonia; o el
patólogo forense en Busan, Corea. Debe existir una comprensión clara y un
fuerte compromiso por parte de la comunidad internacional de la ciencia
forense, así como un impulso para informar a los no científicos (policías,
abogados, juristas) sobre este fundamento fundamental sobre el que se construye
la ciencia forense.
La definición
y los principios deben sustentar la práctica de la ciencia forense. El uso de
la ciencia y de metodologías basadas en la ciencia debe reconocerse y
defenderse como la base de la ciencia forense, y debe alcanzarse un acuerdo
sobre la fundamentalidad del "rastro". La
definición y los principios también deben utilizarse para sustentar e informar
universalmente a la ciencia forense.
Declaración
de contribución de autoría de CRediT
Claude Roux: Conceptualización, Redacción,
revisión y edición.
Rebecca Bucht:
Conceptualización, Redacción, revisión y edición.
Frank Crispino:
Conceptualización, Redacción, revisión y edición. Peter De Forest:
Conceptualización, Redacción, revisión y edición.
Chris Lennard:
Conceptualización, Redacción, revisión y edición.
Pierre Margot: Conceptualización, Redacción,
revisión y edición.
Michelle D. Miranda: Conceptualización,
Redacción, revisión y edición.
Niamh NicDaeid:
Conceptualización, Redacción, revisión y edición.
Olivier Ribaux:
Conceptualización, Redacción, revisión y edición.
Alastair Ross: Conceptualización, Redacción, revisión y
edición.
Sheila Willis: Conceptualización, Redacción,
revisión y edición.
Declaraciones
de interés
Claude Roux es presidente de la Asociación
Internacional de Ciencias Forenses (IAFS). Chris Lennard,
Alastair Ross y Claude Roux son miembros del Comité Científico
de la 23.ª Reunión de la Asociación Internacional de Ciencias Forenses, que se
celebrará conjuntamente con el 26.º Simposio de la Sociedad Australiana y
Neozelandesa de Ciencias Forenses, del 20 al 24 de noviembre de 2023 en Sídney,
Australia (IAFS 2023).
Agradecimientos
de los autores
Los
autores agradecen a Patrick Buzzini (Universidad Sam
Houston), Keith Inman (Universidad Estatal de California East Bay), Ralph Ristenbatt III (Universidad Estatal de Pensilvania), Simon Walsh (Policía Federal Australiana) y Linzi Wilson-Wilde (Ciencia Forense de Australia
Meridional), quienes contribuyeron igualmente al desarrollo de la Declaración
de Sídney. También agradecen a los numerosos colegas y amigos que contribuyeron
indirectamente a este trabajo a través de numerosos y apasionados debates a lo
largo de los años.
Agradecimientos
de los traductores
LJSH y AVQ
agradecen al XIX Grupo de Trabajo México Quebec 2023-2025 (Agencia Mexicana de
Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Secretaría de Relaciones
Exteriores de México y Ministerio de Relaciones Internacionales y de la
Francofonía de Quebec) por su apoyo al proyecto “Establecimiento de una
colaboración en Ciencia Forenses”, del que esta traducción de la Declaración de
Sídney es parte. Asimismo, agradecen al Dr. Frank Crispino
del Grupo de Investigación en Ciencia Forense de la Universidad de Quebec en
Tres Ríos por el apoyo para realizar la traducción.
A Valeria
Alonzo Matamoros por la revisión crítica y su apoyo en la traducción al español
del mismo.
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