Línea base de I+D+i en la Facultad de Ingeniería y la Escuela de Microbiología en el periodo 2008-2012

Autores/as

  • Óscar Molina Profesor universitario, Dirección de Investigación Científica y Posgrado, UNAH
  • Alberto Urbina Jefe del Depto. de Propiedad Intelectual e Innovación, Dirección de Investigación Científica y Posgrado, UNAH

DOI:

https://doi.org/10.5377/rct.v0i16.2182

Palabras clave:

investigación científica, desarrollo tecnológico, innovación, capital intelectual, factor humano, factor relacional, factor estructural

Resumen

Los nuevos cambios que se están produciendo en la economía mundial están llevando a considerar al conocimiento como el elemento básico para generar valor y competitividad. En la nueva dinámica de la sociedad del conocimiento, las instituciones cada vez más se encuentran interesadas en definir, valorar, controlar y gestionar el capital intelectual como elemento fundamental para la competitividad dentro del actual contexto socioeconómico.

Indudablemente, crear conocimiento será la clave para sostener la ventaja competitiva de cualquier institución en el futuro, ya sea de producción de bienes o prestación de servicios. A partir de estas nuevas teorías, fundamentadas en la sociedad del conocimiento, es que en los últimos años se han generado muchos trabajos teóricos sobre la importancia del capital Intelectual.

El modelo del capital intelectual desarrollado a partir de indicadores, es muy útil en las instituciones de educación superior (IES), ya que es una herramienta de apoyo que permite determinar y establecer una mejor valoración de las capacidades que agregan valor a la institución a partir de los activos intangibles que se generan producto de las actividades de I+D+i (investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación).

El modelo del capital intelectual para las universidades establece tres factores claves para su comprensión: a) capital humano, b) capital estructural y c) capital relacional. A partir de estos factores, la investigación propone construir una línea base que hace posible mostrar la realidad de la I+D+i en la Facultad de Ingeniería y la Escuela de Microbiología como población meta. La Escuela de Microbiología se incorpora como la población modelo. La línea base tiene corte transversal y abarca el periodo 2008-2012.

A partir de la investigación se demostró que la mayor productividad, en términos de proyectos de investigación científica realizados en el periodo 2008-2012, corresponde a la Escuela de Microbiología con cuarenta y ocho (48) proyectos; con un promedio anual de 9.6 proyectos. Las carreras de la Facultad de Ingeniería, en comparación a la Escuela de Microbiología, tienen una baja producción científica. Ingeniería Industrial con diecinueve (19) proyectos de investigación y la Carrera de Ingeniería Civil con diecisiete (17), son las que más predominaron en la ejecución de proyectos. Ingeniería Química fue la carrera con menor participación, ejecutando un (1) proyecto de investigación.

Revista Ciencia y Tecnologia No. 16, Junio 2015: 97-112

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Publicado

2015-11-08

Cómo citar

Molina, Óscar y Urbina, A. (2015) «Línea base de I+D+i en la Facultad de Ingeniería y la Escuela de Microbiología en el periodo 2008-2012», Revista Ciencia y Tecnología, (16), pp. 97–112. doi: 10.5377/rct.v0i16.2182.

Número

Sección

Área Físico Matemático

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