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Roca-Celis, de Manuel Delgado
Ricardo Roque Baldovinos
Ricardo Roque Baldovinos
Roca-Celis, de Manuel Delgado
Roca-Celis, by Manuel Delgado
Realidad, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 163, pp. 138-140, 2024
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas

Reseñas

Roca-Celis, de Manuel Delgado

Roca-Celis, by Manuel Delgado

 Ricardo Roque Baldovinos 1 rroque@uca.edu.sv
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, El Salvador

Realidad, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, El Salvador
ISSN: 1991-3516
ISSN-e: 2520-0526
Periodicidad: Semestral
núm. 163, 2024


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

Roca-Celis sigue el esquema narrativo de lo que Doris Sommer ha denominado romance fundacional: un relato en clave alegórica que recoge, en una trama amorosa, los dilemas de las facciones políticas enfrentadas en los procesos de construcción nacional. Con frecuencia, los romances familiares son tramas melodramáticas, cargadas de sentimentalismo o saturadas de sermones de civismo y moralidad. Baste mencionar como ejemplo de lo primero a María de Jorge Isaacs o a Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, de lo segundo. Para nuestra sorpresa, si bien Roca-Celis contiene los cambios de fortuna abruptos propios del melodrama, no destila sentimentalismo ni mucho menos es una excusa fácil para aleccionar a los lectores. Tenemos, antes bien, una estilización irónica del romance fundacional. Ello supone no sólo un cierto enfriamiento cínico de su autor frente a las pasiones políticas de su tiempo, sino también un dominio de las convenciones narrativa. Delgado no sólo estaba dotado de talento literario, era además un asiduo y perspicaz lector. Uno no deja de admirarse de lo bien educadas que estaban las élites de finales del siglo XIX, si se comparan con las de hoy.

El título Roca-Celis reúne los apellidos de los dos protagonistas masculinos, Jerónimo Roca, el exitoso agricultor y comerciante de instrucción limitada –una especie de self-made man de nuestras latitudes– y el doctor Celis, un abogado apocado y mediocre, incapaz de percibir la pasión que en Roca despierta su esposa, Rosita, joven agraciada, con sensibilidad artística y aficiones literarias. En un episodio, que la narración hábilmente se encarga de cubrir de incertidumbre y ambigüedad, Roca, frustrado ante la negativa de Rosita a sus avances amorosos, la rapta y le administra una droga que la deja inconsciente. Arrepentido de su arrebato, el rico comerciante deja en libertad a su víctima y se entrega a las autoridades. Transcurridos algunos meses, Rosita da a luz a su único hijo. Nunca sabemos, a ciencia cierta, si en el rapto hubo violación y mucho menos si esta habría sido la causa del embarazo de Rosita, pero las habladurías de Villalonga –la ciudad provinciana inventada que sirve de escenario a la novela– dan por sentado la paternidad del terrateniente y, en lo sucesivo, pasan a refirse al hijo de Rosita como Roca-Celis. Para acabar de complicar el asunto, el propio Roca, quien ha aceptado su responsabilidad en el rapto y purga una condena de prisión, reclama al niño como hijo natural, aunque ya ha sido inscrito legalmente como descendiente legítimo del doctor Celis, bajo el nombre de Víctor Francisco. El ruido de fondo de la chismografía local envenena al joven desde la adolescencia y lo vuelve proclive al vicio. Cuando llega a la edad adulta, instigado por un abogado inescrupuloso, amigo de la familia, reclama la fortuna del ya fallecido Roca, lo que causa no sólo un escándalo sino un dilema judicial que mantiene ocupada a la prensa local y entretenidos a los habitantes de Villalonga.

Manuel Delgado no sólo había tenido una carrera política exitosa, sino que se había destacado como intelectual. En la revista Repertorio Salvadoreña, órgano de la Academia de Ciencias y Bellas Letras de San Salvador, se recogen hacia 1889 sus intervenciones en 1889 en el debate, en el que también participó Francisco Gavidia, sobre la validez literaria de la escuela naturalista de Émile Zola. En la construcción de la trama de la novela, comparte el diagnóstico de las corrientes de filosofía positivista, de moda en esa época, sobre el atraso de las sociedades latinoamericanas. Este sería resultado de la herencia de una educación anacrónica, de espaldas a las ciencias, demasiado enfocada en cultivar la elocuencia del “buen decir”. A esto se debería la proliferación de licenciados y doctores que medran de la cosa pública y producen pocos beneficios tangibles para la sociedad. La novela ofrece así a Jerónimo Roca como antítesis de este modelo, pues es el hombre práctico que aplica las innovaciones técnicas y produce riqueza. En esto contrasta con el doctor Celis y el resto de la buena sociedad de Villalonga, gente ociosa e intrigante, que sólo ve recibir alguna herencia cómo vía de acceso al progreso social y, para ello, se valen a menudo de interminables litigios legales. Rosita de Celis, joven educada y con sensibilidad artística, parece escapar a este molde y podría haber sido un efectivo contrapeso de educación sentimental al rudo pragmatismo de Roca. Pero esta unión es inviable y la perdición del hijo que supuestamente resulta de ella puede leerse también como un impasse de la vida de un país, cuyas riendas están en manos de líderes corruptos e inescrupulosos. Como sugiere Carlos Cañas Dinarte, el pesimismo de Delgado que se transparente en la trama de Roca-Celis tiene el correlato histórico de la llegada a la llegada a la silla presidencial de un viejo rival de Delgado, el general Figueroa, antiguo vicepresidente de Zaldívar, a quien veía con desprecio por su mediocridad y cobardía.

Es de agradecer el esfuerzo de Karina Zelaya por compartir con el público lector salvadoreño este afortunado hallazgo en la zona todavía ignota de nuestros archivos bibliográficos. Es también oportuno elogiar el cuidado en preparar esta reedición que, sin ser perfecta, se ofrece a los lectores en un volumen de agradable presentación. Como hemos dicho, no sólo es un documento valioso sino que depara una muy amena y entretenida lectura.

Referencias bibliográficas

Delgado, M. (2023). Roca-Celis. Editorial El Venado Blanco.

Sommer, D. (2006). Ficciones fundacionales. Las novelas nacionales de América Latina. Bogotá: Fondo de Cultura Económica.

Toruño, J. P: (1958). Desarrollo literario de El Salvador. San Salvador: Departamento Editorial del Ministerio de Cultura.

Notas de autor

1 Profesor del Departamento de Filosofía de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”. Director de Realidad, revista de Ciencias Sociales y Humanidades. Es autor, entre otros, del libro La rebelión de los sentidos, arte y revolución durante la modernización autoritaria en El Salvador (2020).

Enlace alternativo

Realidad, Revista de Ciencias Sociales y Humanidades

Institución: Universidad Centroamericana José Simeón Cañas

Volumen:

Número: 163

Publicado: 2024

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