Revista unah Sociedad, n.º 10, 2025, pp. 103-117
doi: https://doi.org/10.5377/rus.v7i10.21233
interés público el turismo rural comunitario como actividad socioeconómica, estratégica y esencial para
el desarrollo de las comunidades rurales del territorio nacional.
El marco de la Ley para el Fomento del Turismo Rural Comunitario establece que este modelo es
una actividad prioritaria dentro de las políticas del Estado, por lo que se autoriza a las instituciones de
la administración pública, los entes estatales y no estatales, las empresas públicas y las municipalidades
a impulsar actividades de apoyo para su desarrollo e implementación.
El turismo activo podría tener un papel relevante en las comunidades locales, en tanto integre un con-
junto de actividades físico-deportivas, de carácter motriz y de aventura controlada, que como oferta más o
menos mercantilizada y de fuerte orientación lúdico-recreativa es practicada durante las vacaciones al aire
libre y en contacto con el medio natural, sirviéndose básicamente de los recursos que ofrece, suponiendo
un cierto factor de riesgo, esfuerzo físico o destreza para sus practicantes (Rivera Mateos, 2018).
Según e Adventure Travel Association (2014), el turismo activo se divide en hard, para aquellas
actividades de carácter duro, y soft, para las actividades más suaves. El hard adventure comprende aque-
llas que son de mayor riesgo en su realización, más complejas, suelen requerir mayores costos, equipa-
mientos especiales y una buena condición física. Por otro lado, las actividades soft son de menor riesgo,
menor costo y, en muchos casos, no requieren de práctica previa (García Fernández, 2020).
Este modelo ha sido altamente practicado en Europa desde hace más de 50 años; es la modalidad de
turismo que más se integra en los territorios, especialmente en los rurales, y ello favorece un mayor reparto
de ingresos para los pueblos o comunidades que quedan más alejados del concepto tradicional de turismo.
Las principales actividades que practican los turistas activos en Costa Rica son caminatas por sen-
deros (con o sin guía), observación de la flora y la fauna, visita a los volcanes, zip-line / tirolesa, puentes
colgantes, snorkel, surf, cabalgatas, cuadriciclo, rafting, kayak, rappel, buceo y teleférico (ict, 2020).
A la postre, la filosofía de este turismo es la que tiene potencial para un territorio como la península de
Nicoya, debido a la diversidad de recursos que posee, a la facilidad de desplazamiento entre los destinos y
a la cercanía con los centros turísticos; no obstante, para el desarrollo de este tipo de turismo es necesaria
la inversión en infraestructuras adecuadas, la señalización estricta y otros elementos más, por ejemplo, el
acceso a financiamiento en condiciones especiales para los micro y pequeños empresarios turísticos.
Este tipo de turismo puede formar parte de los hábitos de vida cotidiana en las poblaciones rura-
les; sin embargo, la habilitación de las infraestructuras básicas para esta práctica es, a su vez, la base
estructural de los recursos para que una comunidad rural proyecte toda su oferta natural y cultural. La
población local está en el centro del desarrollo y debe ser el pilar de la oferta, dado que dichas infraes-
tructuras deben ser vistas como algo propio y, por lo tanto, mantenidas como una acción fundamental
para su progreso social y económico.
Por otra parte, basado en el modelo de turismo sostenible, que busca generar una serie de experiencias
para el aprovechamiento de los recursos locales, tanto naturales como culturales, el etnoturismo se cons-
tituye en una opción que permite la creación de nuevos productos y el rescate de elementos históricos y
ancestrales en las comunidades, entendido este como una actividad que surge a partir de la incorporación
de grupos étnicos y de la población indígena como nuevos actores en la actividad turística (Acuña Medi-
na, Gañán Rojo & Arango Alzate, 2019).
Los productos turísticos de nuestro país tienen como base los siguientes componentes: naturaleza,
costa, cultura viva y sostenibilidad (Fontana & Solís, 2016); sin embargo, para que todos los elementos
que componen el producto turístico funcionen de manera eficiente, se debe diseñar y ejecutar una es-
trategia de planificación que incluya:
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