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DOI: https://doi.org/10.5377/multiensayos.v8i15.13186

Beneficios de la danza para la educación en convivencia con el COVID 19

Benefits of dance for education in coexistence with COVID 19

Martha María González1
Judith Bernavelia Rodríguez López2

Recibido: 15 de agosto de 2021. Aceptado: 28 de noviembre de 2021

1 Docente de la Facultad Regional Multidisciplinaria, Estelí. UNAN-Managua/FAREM-Estelí. Correo electrónico: martham.gonzalez77@gmail.com
2 Docente de la Facultad Regional Multidisciplinaria, Estelí. UNAN-Managua/FAREM-Estelí. Correo electrónico: marverodriguez@yahoo.es


RESUMEN

En este ensayo se pretende dejar sentados los principales beneficios de la práctica del arte de la danza en la vida estudiantil, principalmente en el ambiente universitario de Facultad Regional Multidisciplinaria de Estelí, de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, Managua. Se pretende, ante todo, exponer cómo la danza aporta al desarrollo de habilidades y destrezas las que a su vez contribuyen a la obtención de un mejor rendimiento académico. Para ello nos valemos de que estas habilidades y destrezas son aplicables no solo en una puesta en escena, sino también en la vida estudiantil y en el ejercicio de las diversas profesiones. Algunos de estos beneficios son el fortalecimiento de valores, como la tolerancia, la disciplina, la responsabilidad, la solidaridad. Además, la adquisición de habilidades como la planificación de actividades, trabajo en equipo, gestión, administración del tiempo, dirección de grupo, entre otras. Pero el bien principal que puede dejar la danza es el equilibrio de los estados anímicos y emocionales que se ven seriamente afectados a causa del encierro. Estas afectaciones son más notables cuando hablamos de un contexto marcado por la convivencia con la pandemia de COVID 19. Por tanto, desde esta institución se ha hecho frente a esta nueva realidad de una forma dinámica y creativa, no sin descuidar las normas de bioseguridad tan importantes que se deben aplicar en estos nuevos tiempos. Todo lo contrario, abriendo estos espacios para su aprovechamiento máximo por su significativo aporte al individuo y a las colectividades.

Palabras claves: educación; COVID 19; danza; formación integral.

ABSTRACT

This position essay it is intended to establish the main benefits of the practice of art and dance in the student life, mainly in the university environment of the Regional Multidisciplinary Faculty of Estelí, of the National Autonomous University of Nicaragua, Managua. It is intended, above all, to expose how dance contributes to the development of physical and emotional abilities and skills, which in turn contribute to obtaining a better academic performance and subsequently to a successful professional practice. Some of these benefits are the strengthening of values, such as tolerance, discipline, responsibility, solidarity. In addition, the acquisition of skills such as activity planning, teamwork, management, time management, group management, among others. But the main impact that dance can leave is the balance of the mood and emotional states that are seriously affected by the confinement. These effects are more notable when we speak of a context marked by coexistence with the COVID 19 pandemic. Therefore, this institution has faced this new reality in a dynamic and creative way, not without neglecting the biosecurity standards so important that must be applied in these new times. On the contrary, opening these spaces for their maximum use due to their significant contribution to the individual and to the community.

Keywords: education; COVID 19; dance; integral formation.

INTRODUCCIÓN

La crisis sanitaria por COVID - 19, ha dejado una gran lección para la humanidad, la cual se ha visto obligada a protagonizar una disrupción sociocultural. Los entornos físicos de socialización y de reproducción de las prácticas y costumbres han sido modificados, debido a la necesidad de implementación de medidas de bioseguridad. Una de las más promovidas a nivel global ha sido el distanciamiento social. Esto ha dado inicio a una indiscutible transformación en todos los ámbitos y es el educativo uno de los tantos afectados. Siendo una de las medidas de adaptabilidad que se decidió tomar, la sustitución de la presencialidad por ambientes virtuales para el desarrollo de los procesos educativos. Estos procesos se mantienen hasta ahora como uno de los métodos de enseñanza más sugeridos y aplicados.

Es así que, en la Facultad Regional Multidisciplinaria Estelí (FAREM Estelí) de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua Managua (UNAN Managua), una de las tantas instituciones educativas nicaragüenses en donde los ambientes educativos han sido trastocados producto de la convivencia con el COVID-19, las actividades extracurriculares han jugado un papel muy importante para la motivación de los protagonistas de la educación, debido a los bajos niveles anímicos y emocionales presentados principalmente en el año 2020. Estos estados influyeron en su desempeño académico de una manera negativa. De tal manera que se considera que el arte de la danza aportó significativamente a mejorar los estados anímicos y emocionales de los protagonistas, obteniendo, por tanto, mejores resultados académicos. Todo esto, gracias a la posibilidad de interacción social y de la realización creativa de la actividad física que permite la danza.

En este documento, se pretende ensayar el aporte de la danza en la formación académica, a través de la adquisición y fortalecimiento de valores que son posibles sólo a través de la interacción social en la comunidad educativa. Siendo este un espacio que se rige a una instancia superior donde se promueve la danza como disciplina integral y de gran valor para la formación del estudiantado. Aun así, se percibe en algunos miembros de la comunidad educativa la idea de que los beneficios de la danza se reducen a la simple recreación sana y no a la verdadera formación integral del estudiante. Por tanto, se mantiene el interés en compartir sus bondades, sobre todo en esta etapa difícil para la humanidad.

DESARROLLO

Históricamente, la humanidad se ha visto afectada por enfermedades caracterizadas por ser causantes de grandes catástrofes sanitarias. Se pueden mencionar algunas de las muchas que han surgido, por ejemplo “en nuestra era, en el transcurso de los siglos fueron inicialmente la peste bubónica y el cólera, y (…) a finales del mismo siglo apareció la pandemia del virus de inmunodeficiencia humana (VIH)” (Castañeda Gullot & Ramos Serpa, 2020, pág. 4). Las pandemias han surgido sin predicciones exactas, han aparecido sorpresivamente en circunstancias de aparente tranquilidad, dejando como resultado cantidades exorbitantes de mortalidad en las diferentes regiones del mundo a causa de la escasa preparación. Actualmente, con la aparición del COVID 19 el mundo está inmerso en situaciones de calamidad impresionantes donde los sistemas sociales, productivos, sanitarios, ambientales y educativos llegaron a un momento de colapso.

La pandemia “representa la crisis simultánea más importante que han sufrido todos los sistemas educativos del mundo en nuestra época” (Grupo Banco Mundial, 2020, pág. 5), causando inesperados y abruptos cambios de manera sorpresiva. El receso prolongado y obligado en las aulas de clases de los diversos niveles de educación, repercutió en el rendimiento académico de los estudiantes, provocando en muchos casos, incluso numerosas deserciones.

No obstante, la necesidad de llevar la educación hasta los dispositivos digitales de cada estudiante obligó a muchos docentes sin habilidades y destrezas tecnológicas aplicables a la educación, siendo necesario alfabetizarse en esta área. Estos conocimientos, debían permitirles adaptarse y continuar con los procesos educativos, esta vez sin la presencialidad. La vida estudiantil cambió drásticamente. Después de tener incorporada dentro de su vida cotidiana una serie de actividades presenciales, para mencionar algunas, la búsqueda de un medio de transporte para llegar al centro de estudios, los momentos de interacción para realizar tareas o asignaciones grupales y el momento mismo de recibir sus clases, se vieron obligados a sustituirlas por la estadía permanente en casa.

De acuerdo a las vivencias compartidas por algunos estudiantes FAREM Estelí, atender las responsabilidades académicas desde el hogar se volvió una tarea frustrante inicialmente. Aunque existía un entendido de que una gran mayoría contaba con facilidades de conexión online desde sus viviendas y de dominio de plataformas utilizables académicamente, la realidad en muchos casos era otra, más aun, tratándose de estudiantes provenientes de familias con serias dificultades económicas. Es esta una de las razones por las que, con prontitud, se valora el reinicio de las clases con modalidad semipresencial, misma que se mantiene hasta la fecha con dos encuentros por semana en comparación a los encuentros previos al surgimiento de esta nueva pandemia. De tal manera, se dejan incorporados de manera formal algunos procesos en línea con la intención de volver esta modalidad una cultura permanente en la comunidad universitaria en constante evolución. Sin duda, esta sabia decisión permitió y permitirá que muchos jóvenes puedan continuar con su preparación profesional.  

Aún con este esfuerzo por retomar los encuentros presenciales y evitar el incremento en las deserciones académicas, algunos factores continuaron interviniendo. Las exigencias de la sociedad y la motivación de algunos medios de comunicación para el encierro nombrado popularmente “quédate en casa”, atemorizó a muchos líderes de familia. Esto impidió que sus hijos e hijas asistieran al aula de clases y, por consiguiente, participar en la realización de actividades lúdicas. Sin embargo, a pesar del prevaleciente miedo al contagio, algunas familias eligieron medidas de prevención que permitieran que sus hijos continuaran con su preparación académica asistiendo a las aulas de clases nuevamente.

La dificultad del encierro, no radica solamente en la compleja adaptación a la nueva modalidad de educación, sino también en la carencia de contacto con otras personas fuera del hogar. Para ello, partimos de que el ser humano es sociable por naturaleza y necesita compartir con otros para su pleno desarrollo. En este sentido, para aquellos estudiantes que decidieron integrarse a las clases presenciales, la situación siempre se tornó tensa debido a la adaptación, que aún no se asimila completamente, a las nuevas prácticas que debían integrar en su vida cotidiana. Es a partir de esto que, se puede brindar una apreciación más cercana sobre la importancia de las prácticas artísticas en los ambientes universitarios y cómo los espacios existentes para este fin aportan enormemente a la buena salud mental de sus practicantes.

Estas prácticas han aportado en gran manera al estado anímico y emocional de los estudiantes y de esta manera al alcance de un mejor rendimiento académico. Incluso, docentes universitarios consideran imprescindible la actividad física para la obtención de muchos beneficios como el alcance de un mejor desempeño en tiempos sumamente cambiantes y cargados de estrés. En este sentido, nos referiremos específicamente a la danza como una actividad extracurricular integrada en educación superior en Nicaragua, siendo servida por la UNAN Managua en todos sus recintos y facultades. En esta institución se atienden estudiantes universitarios y externos, perteneciendo estos últimos a otros niveles de la educación como primaria y secundaria. Todos ellos tienen la oportunidad de integrarse en el arte de la danza logrando de tal manera un logro en el área psico – afectiva que se ve estimulado biológicamente desde la práctica de este arte.

Existe un segmento estudiantil joven caracterizado principalmente por proceder de familias empobrecidas pero que, a pesar de ello, están cargados de metas para su futuro, por tanto coincidimos con Verónica Ochoa (2006) quien a su vez cita a Napoleón (2000) cuando expresa que “para los jóvenes, el baile es un vehículo de sueños, emociones y sentimientos, que hace posible el encuentro con un proyecto tangible, no ausente ni alejado de la realidad”. De tal manera que, la práctica de la danza abre la mente del estudiante que la ejerce, viéndose las habilidades creativas desarrolladas para ser paralelamente potencializadas en sus actividades académicas y en sus proyectos de vida relacionados a sus profesiones. pág. 2

Es importante señalar que las prácticas artísticas están contempladas dentro de los Principios rectores de esta institución, de esta manera se “garantiza la promoción de las actividades culturales en relación con el arte y sus múltiples expresiones (…) y el desarrollo integral de la persona” (UNAN Managua, 2020). De tal manera que, tanto estudiantes, docentes y personas externas a esta institución se participan en ella con diversos objetivos, pero a la vez muy relacionados.

En lo que respecta al ámbito educativo se retoma el concepto de la danza que nos proporcionan Nicolás, Ureña Ortín, Gómez López, & Carrillo Vigueras (2010), refiriéndose a que es la: “(…) adquisición de una técnica y manejo de un lenguaje expresivo-corporal y de danza o baile cuando hablamos de una coreografía o forma/estilo de bailar determinada”.. Por tanto, nos referiremos a danza y baile de igual forma. pág. 42

La danza ha sido definida de diversas formas, pero entre los aspectos más comunes, se suele encontrar que es aquella manifestación en la que el hombre se expresa a través de movimientos corporales y gestuales cuidando la estética de la ejecución de los movimientos y coordinándolos a través de la creación de una coreografía. La danza como disciplina integral se manifiesta proveyendo habilidades esenciales para todo proceso de formación tales como organización, planificación, programación y ejecución de actividades. Así como es estos tiempos, la danza ha venido jugando un papel preponderante de expresión del ser humano y se ha relacionado con muchos ámbitos como el político, el social, el cultural, pero también con lo educacional. Se pueden mencionar las principales aportaciones de la danza en el ámbito educativo, como “la aproximación a sus aspectos históricos, sociales, culturales y artísticos, la mejora del proceso de socialización y de interrelación entre los alumnos y la posibilidad de ofrecer un medio de expresión personal diferente a los lenguajes convencionales”. (Nicolás, Ureña Ortín, Gómez López, & Carrillo Vigueras, 2010, pág. 45)

Esta disciplina ha estado vinculada con la educación desde hace mucho tiempo y de diversas formas, en ciertos contextos ha significado un espacio de recreación de los educandos, en otros, ha sido considerada como una forma de recreación para el espectador y en otro momento ha sido considerada como un elemento esencial en la formación integral. Esta formación ha sido potencializada por las artes puesto que, posterior a las experiencias vividas en relación a la danza particularmente, se han conocido con mayor profundidad, los beneficios que esta aporta para quien la hace parte práctica de su vida y para el espectador. Es así que, se conoce que es una herramienta muy importante en los diversos niveles de la educación, incluso funcionando como una metodología para fortalecer el aprendizaje, la socialización y la estimulación de la motricidad desde el nivel de educación inicial hasta la educación superior. 

Pero, debiendo entender el resultado de la práctica de la danza en la universidad más allá de la apreciación de un espectáculo artístico por la comunidad universitaria y la población en general, ¿Qué importancia tiene en la formación integral de las y los estudiantes universitarios, particularmente de FAREM Estelí? Jóvenes integrantes de la Agrupación de danza Jadelí de esta Facultad comparten sus opiniones al respecto. La joven Ana Velásquez, quien ha sido integrante de este colectivo durante 5 años consecutivos, comparte que:

“La danza se puede complementar con la carrera que estudia cada estudiante. Ayuda a tener una mejor organización de tiempo dentro de la universidad. El grupo de danza es inclusivo y esto hace más humanista a los estudiantes”. (Ana Luisa Velásquez Gutiérrez)

Por tanto, se recalca la importancia de la práctica de la danza, puesto que sus beneficios son muchos y son de gran valor para los estudiantes, formándoles artísticamente, pero a la vez, dotándoles de capacidades que aplicarán en su vida personal y profesional, con elementos tan importantes como la organización del tiempo, igualmente el fortalecimiento de valores como la responsabilidad, el respeto, la solidaridad, el compañerismo, la tolerancia, la honestidad, entre otros. A su vez, el joven Luis Paguada, quien también integra el grupo artístico mencionado, comparte su opinión sobre la manera en que aporta la danza a su formación académica, afirmando que:

“El saber que puedo ir a ensayos de danza me motiva, me exijo para ir a las clases presenciales y cumplir con ambos compromisos”. (Luis Fernando Paguada)

Por tanto, se confirma que los jóvenes que deciden dedicar tiempo a la danza artísticamente hablando, deben administrar su tiempo y demás recursos para poder cumplir satisfactoriamente con las metas que se han propuesto, pero una vez integrados en esta práctica, notan esos beneficios que obtienen de manera consciente e inconsciente, en ciertos casos.

Por otro lado, además de la relevancia que tiene la danza a nivel artístico y los beneficios que aporta a quienes la ejercen, también es significativo mencionar la utilidad de esta como metodología en la etapa de educación inicial. En FAREM Estelí se ha tenido la experiencia en la carrera Pedagogía con mención en Educación Infantil en la que se facilita la asignatura de Taller de Danza. Esta asignatura está orientada a la compresión de la relevancia de la danza en la formación de los más pequeños y considerada como un pilar fundamental en el ámbito pedagógico infantil puesto que a través de la realización de ejercicios prácticos con niñas y niños desde 0 meses de nacidos a 6 años de edad, se evidencia que aporta en gran manera en el aprendizaje. Aporta igualmente a la socialización con otras personas, el trabajo en equipo, funciona como terapia de estimulación de la motricidad, entre otros beneficios que no están lejos de funcionar para personas de otras edades.

La misma marca un impacto de positivismo en el estudiante, fomenta la disciplina y el empeño. Alimenta el deseo para plantearse metas a cumplir y sobre todo desestresa al dejar fluir el cuerpo, aportando a la mantener un excelente estado de salud en términos generales. Al igual fomenta hábitos que lleven al estudiante a lograr procesos de cumplimientos de normas y tareas orientadas. Es recomendable que el arte sea visto como un eje transversal en el sistema educativo, pues si hasta ahora se afirman sus beneficios en pequeña escala, si su práctica se masificara vendría a desarrollar una comunicación mucho más asertiva con la aplicación de sus técnicas en la vida académica y personal.

CONCLUSIÓN

Es fundamental para el desarrollo del ser humano comunicarse y expresarse con otros de manera presencial.  De esta manera se logra realizar plenamente, una retroalimentación en el proceso de comunicación, aprender con otros realizando una actividad de gusto común.

Es esencial el reconocimiento de las diversas prácticas extracurriculares ofrecidas en el nivel universitario para su comunidad. Sobre todo, tratándose de que, a través de la implementación de las artes, particularmente hablando, en la cotidianidad, es posible alcanzar un valor agregado en la calidad de vida de las personas. En fin, a través de los espacios artísticos de la danza brindados, la comunidad universitaria se beneficia considerablemente, sobre todo, el estudiante quien es el centro de la educación. Participar en estos espacios aporta sin duda a una salud mental óptima, importante para el ejercicio de la actividad académica.

El ejercicio de la danza trae beneficios como la concentración, la tolerancia del trabajo en equipo, el fortalecimiento de la adecuada autoestima, el desarrollo de la creatividad, entre otros. Con el desarrollo de estas actitudes y aptitudes el estudiante tiene mayor capacidad para adecuarse a los cambios de toda índole. Es en estos nuevos tiempos, en los que nos enfrentamos a una pandemia tan poderosa como es el COVID 19, que hombres y mujeres necesitan con urgencia contar con espacios que les permitan realizar ejercicios físicos y además, hacerlo compartiendo con otras personas con las que intercambian ideas, actividades, sueños, metas y más.

La promoción de los espacios artísticos como la danza desde la UNAN Managua, a través del Programa de Universidad Saludable, que a su vez es parte de la Unidad de Extensión Universitaria, existe gracias a esa misión y visión institucional que pretende aportar a la sociedad con integralidad, reconociendo la necesidad de seguir fortaleciendo estos espacios continuamente.

REFERENCIAS

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Napoleon, M. (2000). Investigación cualitativa 'la complementariedad': una guía para abordar estudios sociales. (Kinésis, Ed.) 25-31. Recuperado el 28 de junio de 2021

Nicolás, G., Ureña Ortín, N., Gómez López, M., & Carrillo Vigueras, J. (enero-julio de 2010). La danza en el ámbito de educativo. (F. E. Física, Ed.) RETOS. Nuevas Tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación(17), 42-45. Recuperado el 28 de junio de 2021, de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=345732283009

Ochoa Patiño, V. (julio - diciembre de 2006). El baile: representación social y práctica saludable. Investigación y educación en enfermería, 24(2), 54-63. Recuperado el 28 de junio de 2021, de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-53072006000200006

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