El despliegue del yo para trascender a una educación universitaria desde la otredad y la alteridad como principio humano

Resumen

Esta temática nos ha de llevar a reflexionar que, la falta de práctica de los principios de otredad y alteridad nos ha conducido a desarrollar una especie de epidemia y de malos tratos a nuestros semejantes, debido a que la trasmisión y práctica viene de generación en generación, lo cual está destruyendo a la misma humanidad por la desigualdad que nos heredaron en el pasado, lo que estamos viviendo en el presente y viviremos en el futuro.

Es una sociedad no amigable, donde hay carencia de amor, odio entre hermanos, de tal manera que el problema que aqueja a otros pasa inadvertido. A pesar de que en este siglo conocemos de los derechos humanos, no es errado pensar, que es en estos tiempos que se violentan más, aun asistimos a una educación donde los saberes están separados y los sentimientos, afectos, afinidades, sentires y quereres, brillan por su ausencia.

Estamos llamados a la reconstrucción de una nueva educación universitaria que responda a los tiempos que estamos viviendo, con otro rostro, más alegre, fraternal, y democrática, lúdica, en palabras de Freire, una escuela con un nuevo espíritu, para dar paso a una gestora del conocimiento, en la cual el profesor se transforme en un facilitador de conocimientos, un instigador, animador o como decía Sócrates, un amigo del conocimiento y de los aprendientes. No estamos en un mundo donde prevalece el sálvese quien pueda, estamos para provocar sentimientos sanos, genuinos, es decir estamos para luchar por un mundo donde nos salvemos todos, exige despojarnos de todo tipo de egocentrismo y bebernos muchas dosis de humildad para educar a partir del encuentro y reencuentro.