Retrato de Rubén Darío y Retrato de Alfonso Cortez
DOI:
https://doi.org/10.5377/cultura.v23i72.4975Resumen
Captar el carácter, el alma si es posible, el estado de ánimo de un poeta, un niño o cualquier otro personaje, ha sido desde siempre una de mis grandes pasiones, abordados con diversas técnicas, tales como óleo, acrílico, lápiz carbón o carboncillo. Es para mí toda una devoción. Hasta hoy he elaborado siete retratos del Príncipe de las Letras Castellanas Rubén Darío, siendo el primero, a los 17 años, recién llegado a la Escuela Nacional de Bellas Arte en 1978. Cuatro de ellos con técnica óleo sobre tela, uno con lápiz carbón, uno con carboncillo y uno con lápiz grafito y papel de acuarela como soporte.
La vida de nuestro gran poeta Alfonso Cortez, por todos conocida, conmovió mi ser desde mi adolescencia. Apasionante y dolorosa, la vida y obra del panida es inspiradora para otros poetas e intelectuales latinoamericanos y hoy, me llevó a realizar este retrato con técnica lápiz grafito sobre papel de acuarela. Muy pocas veces ha sido aprovechada la imagen o el rostro de Alfonso Cortez y esa fue también una gran motivación.
Julio Martínez
Artista plástico nicaragüense
Managua 12 de julio de 2017
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