Factores biofísicos y antrópicos de la cuenca del Río Mandinga y su influencia en la destrucción del ecosistema manglar de Barra Salada, Sonsonate, El Salvador

Autores

  • Nicolás Atilio Méndez-Granados Universidad de El Salvador

DOI:

https://doi.org/10.5377/revminerva.v2i2.12484

Palavras-chave:

Cuenca Mandinga, Manglar, Avicennia germinans, Índice de complejidad, Salinidad

Resumo

El bosque salado o Manglar de Barra Salada con 454 has., ubicado en el departamento de Sonsonate, es considerado un ecosistema de importancia ambiental y socioeconómica; sin embargo, está siendo alterado por factores físico-químicos y antrópicos. Este bosque está ubicado en la parte sur de la cuenca Mandinga, con una extensión de 86.51 km², una elevación máxima de 600 msnm y drenado por los ríos Mandinga y Pululuya, que se extienden a través de los territorios municipales de San Julián, Cuisnahuat y Sonsonate. La cuenca presenta el 92% de su área para la producción agrícola (granos básicos abarcan: 29.1 km², siendo este el rubro más representativo, establecido en pendientes entre el 15% a más de 70%), hay una densidad poblacional de 173 hab./km²; estos, entre otros factores, son las causas que impiden el desarrollo de bienes y servicios ambientales, importantes para el buen funcionamiento de los ecosistemas en este territorio. Por ejemplo, el Índice de Calidad del agua (ICA), indica que aguas drenadas al manglar tienen calidad regular a pésima; los ríos, sin agua en época seca, facilitan el taponamiento de la bocana, y con ello, se elevan (30-33‰) o disminuyen (0.15-0.45‰) periódicamente, la concentración salina en las aguas del Estero, incrementándose además la temperatura en esta, por largos períodos de tiempo; a lo anterior, se suma la usurpación del manglar para construcción de viviendas (13.1 has.) o crecimiento agropecuario (22.01 has.). Estos factores, están promoviendo el desarrollo de bosques monoespecíficos de Avicennia germinans, que además se encuentran poco desarrollados y deteriorados, según se define por el índice de complejidad de Holdrige (ICH) que tuvo un valor de 0.094. De igual manera, el bosque salado se ha reducido en área, desde 1954 al 2018 en un 33.21% (260.01 has.), es decir, de 620.41 has. a 414.4 has. respectivamente, un área menor a la manejada oficialmente por el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARN).

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Biografia do Autor

Nicolás Atilio Méndez-Granados, Universidad de El Salvador

Unidad de Posgrados, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de El Salvador

Publicado

2022-10-20

Edição

Seção

Artículos Científicos